La Asamblea de Madrid aprobó ayer, la propuesta que remitirá al Ministerio de Medio Ambiente para que la declare como una de las 14 zonas paisajísticas y ambientales más importantes de España.

La propuesta de la Comunidad de Madrid solo protege como Parque Nacional  las cumbres de la sierra de Guadarrama. Las asociaciones ecologistas y los partidos de la oposición (PSM e IU) se oponen porque lo consideran insuficiente. Sostienen que el plan regional deja fuera muchos enclaves de importante valor ambiental. Aún así el futuro parque nacional tiene una extensión de 33.664 hectáreas -21.740 de las cuales pertenecen a Madrid-, lo que lo convierte en el quinto en extensión del país. «Es un parque de cumbres. Fijamos la cota en los 1.700 metros de altura. A partir de ahí se limita el conflicto de los usos porque se reducen las actividades», explica Federico Ramos, director general de Medio Ambiente de Madrid.

La obligación de excluir los usos tradicionales del parque nacional (explotación forestal, caza, pesca, ganadería…) ha reducido su extensión. El parque resultante tiene forma de ancla, con un estrechamiento entre el puerto de Cotos y el de Navacerrada. En el plan original se barajó la idea de incluir los pinares de Valsaín (unas 3.000 hectáreas, en la vertiente castellano-leonesa) y el de los Belgas (2.000 hectáreas, en Madrid). Pero ambas zonas son explotaciones madereras y eso las deja fuera, a pesar de que la ex ministra socialista de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se mostró dispuesta a aportar al parque el pinar de Valsaín, titularidad del Estado.

El pasado viernes la consejera regional de Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño, recorrió la vertiente madrileña del futuro parque nacional. Desde el mirador de Robledos comentó que en el futuro se podrá ampliar el parque de las cumbres de Guadarrama con nuevos terrenos.

La Pedriza, incluida en el Parque Nacional de Guadarrama. Foto: Alvaro Oporto Flickr

La propuesta que traslada la Asamblea de Madrid al ministerio tiene 1.965 hectáreas más que el último proyecto aprobado en julio de 2010. El futuro parque nacional mide unos 50 kilómetros de este a oeste. En la vertiente madrileña incluye 12 municipios (Alameda del Valle, Becerril de la Sierra, El Boalo, Cercedilla, Lozoya, Manzanares el Real, Miraflores de la Sierra, Navacerrada, Navarredonda y San Mamés, Pinilla del Valle, Rascafría y Soto del Real), y a otros 16 pueblos en la cara castellano-leonesa.

Uno de los puntos críticos del parque son las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí. En el proyecto original el parque rodeaba las pistas, finalmente la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León dejan abierta la posibilidad a una futura unión de las dos estaciones, proyecto muy criticado por las organizaciones ecologistas.

Lo cierto es que el futuro parque de las cumbres de Guadarrama tiene una gran riqueza ambiental. Cuenta con nueve sistemas naturales típicos de la alta montaña. «Los matorrales supraforestales, pastizales de alta montaña, estepas leñosas de altura y cascajales; pinares, sabinares y enebrales; robledales, hayedos y abedulares; quejigares y melojares; encinares, carrascales, alcornocales y acebuchales; cursos de agua y bosques de ribera; humedales y lagunas de alta montaña; formas de relieve y elementos geológicos singulares de alta montaña; y sistemas singulares de origen glaciar y periglaciar». Esta lista de hábitats naturales típicos de alta montaña completan el catálogo de ecosistemas de la red de parques nacionales.

El futuro parque nacional da cobijo a varias especies en peligro de extinción. Entre ellas la cigüeña negra, el buitre negro o el águila imperial ibérica. En la zona se han identificado 112 especies de flora de interés y otras 74 especies de fauna. También hay nutrias, corwww.elpais.eszos, cabras montesas y diversos anfibios como el tritón jaspeado y el sapo partero.

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