Más de 80 entidades y plataformas se han unido en la Alianza Energía y Territorio (Aliente) para proponer una transición energética justa. Con el apoyo de la comunidad científica, han presentado un documento de 13 medidas para garantizar la conservación de la biodiversidad y el paisaje, frente al desarrollo «desmesurado» de los llamados «proyectos verdes».
Promover el desarrollo de un modelo energético distribuido y socialmente justo, y en defensa de la biodiversidad y el patrimonio paisajístico, frente a la proliferación «desmesurada, sobredimensionada, sin planificar ni evaluar» de centrales renovables a gran escala. Este es el objetivo de la Alianza Energía y Territorio (Aliente) que se presentó este miércoles.
En su carta de presentación advierten que «el desarrollo masivo de instalaciones renovables a gran escala bajo un paradigma centralizado, en ausencia de políticas efectivas de ahorro y eficiencia de la energía, está suponiendo un grave riesgo con consecuencias irreversibles para la conservación de la biodiversidad y el paisaje en nuestro territorio, además de comprometer los servicios que la biodiversidad nos brinda, entre ellos la protección de la salud».
Aliente, con el «sólido apoyo» de investigadoras e investigadores expertos en biodiversidad, aboga por realizar una adecuada planificación con «áreas de exclusión legalmente vinculantes» para la instalación de energía renovable a gran escala, «mejorar el proceso de evaluación ambiental actual para que sea independiente y efectivo», así como apostar por «un modelo distribuido como alternativa a la amenaza que supone el actual modelo de Transición Energética».
Recuerdan que «han pasado dos décadas desde que comenzaran a instalarse complejos de energía renovable a gran escala en toda la península, iniciando lo que más adelante se conocería como Transición Energética. Durante este tiempo, se ha alcanzado un consenso científico que respalda y constata que una transición energética capaz de afrontar los retos de la crisis climática no puede consistir en una transición meramente tecnológica como la que está ocurriendo, en apariencia ‘verde’ aunque carente de atención hacia el soporte sobre el que se instala dicha tecnología: el territorio».
Así, denuncian que «el modelo energético centralizado que se plantea satura los territorios con proyectos de renovables a gran escala y líneas de alta tensión, resultando devastador para el paisaje y la biodiversidad, al tiempo que genera en la sociedad un ideal de consumo ilimitado, mientras niega alternativas menos dañinas y menos consumistas».
Aliente pide, a los gobiernos español y territoriales, la puesta en marcha de 13 medidas que incluyen «la necesidad de hacer una planificación sinérgica del territorio con áreas de exclusión legalmente vinculantes para la instalación de energía a gran escala; ampliar y completar la Red Natura 2000 cumpliendo con las exigencias de la Unión Europea al Estado español; una catalogación de las especies afectadas en coherencia con su estado real de conservación para la evaluación correcta de los impactos así como garantizar la independencia y rigurosidad de las Evaluaciones de Impacto Ambiental y procedimientos ambientales aplicando criterios científicos».
Fuente: AraInfo
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