Un grupo de 15.000 científicos de 184 países han alertado, por segunda vez en 25 años, de las negativas tendencias ambientales que amenazan «seriamente» el bienestar humano y causan daños «sustanciales» e «irreversibles» a la Tierra. Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad: Un segundo aviso es el título del artículo que firman este lunes en la revista BioScience, en el que hablan de las «señales obvias de que vamos por una camino insostenible», aunque también ofrecen acciones para intentar revertir las tendencias actuales. A su juicio, casi todos los problemas que acucian al planeta son ahora «mucho peores» que en su primer llamamiento, de 1992.
En los últimos 25 años, las tendencias en nueve temas medioambientales «sugieren que la Humanidad sigue arriesgando su futuro», aunque hay algunas excepciones como la estabilización de la capa de ozono. Esta «rápida disminución global de las sustancias que perjudican la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos de forma decisiva», subrayan. Pero el bienestar humano sigue «seriamente amenazado» por tendencias negativas como el cambio climático, la deforestación, la falta de acceso agua dulce, la extinción de las especies y el crecimiento de la población humana, escriben los expertos.
Sin embargo, «la Humanidad no está tomando las medidas urgentes necesarias para proteger nuestra biosfera en peligro», según los firmantes del artículo, ya que «la abrumadora mayoría» de las amenazas que ya se habían descrito persisten y, «de manera alarmante, la mayoría están empeorando». Por ello, los científicos sugieren 13 áreas en las que actuar y piden una corriente de presión pública para convencer a los líderes políticos de que adopten las medidas correctivas.
Crear más reservas terrestres y marinas, fortalecer la aplicación de las leyes contra la caza furtiva y las restricciones al comercio de especies silvestres, ampliar los programas de planificación familiar y de educación para las mujeres, promover un cambio de dieta basada en las plantas y la adopción «generalizada» de energías renovables y tecnologías «verdes» son algunas de sus propuestas.
Esta es la segunda advertencia sobre los peligros del futuro, que ha sido necesaria al constatar que casi todas las amenazas se han recrudecido desde 1992, cuando más de 1.700 científicos, entre ellos todos los premios nobel vivos, firmaron Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad, publicada por la Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados). La segunda advertencia ha sido redactada por una nueva organización independiente internacional, la Alianza de Científicos Mundiales, liderada por el profesor William Ripple, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad estatal de Oregón (EE UU), con datos de agencias gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro e investigadores individuales.
Algunas personas, «podrían tener la tentación de ignorar estas evidencias y pensar que estamos siendo alarmistas», indica Ripple, pero «los científicos saben interpretar datos y mirar a las consecuencias a largo plazo. Los que han firmado esta segunda advertencia no están solo lanzando una falsa alarma». Al contrario, «están reconociendo las señales obvias de que vamos por un camino insostenible». «Esperamos que nuestro documento encienda un amplio debate público sobre el medioambiente y el clima global», agrega.
Aunque el panorama parece sombrío, los científicos señalan que se han hecho progresos en algunas áreas como la reducción de los productos químicos que dañan la capa de ozono y el aumento de la energía generada con fuentes renovables. Además, en algunas regiones se ha producido un «rápido descenso en las tasas de natalidad, lo que puede atribuirse a inversiones para la educación de las mujeres» y también se ha registrado una ralentización de las tasa de deforestación en algunos lugares.
Entre los principales peligros, la Alianza destaca el aumento del 35% de la población humana, que ha sumado 2.000 millones de personas desde 1992, mientras se produce una reducción colectiva del 29% en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces. «Hemos desencadenado un evento de extinción masiva, el sexto en aproximadamente 540 millones de años, en el que muchas formas de vida actuales podrían estar aniquiladas o al menos comprometidas de extinción para finales de este siglo», recuerdan. Otras tendencias negativas son la reducción del 26% en la cantidad de agua dulce disponible per capita, el descenso en las capturas de pescado salvaje, a pesar del aumento de los esfuerzos pesqueros, o un incremento del 75% en las zonas muertas de los océanos.
También causa preocupación la pérdida de unos 300 millones de acres de bosque, muchos de ellos convertidos en agrícolas, el continuo incremento de las emisiones globales de carbono y el aumento de las temperaturas. «Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra fallida trayectoria, y el tiempo se agota», advierten los científicos, que llaman al resto de la comunidad a respaldar la el manifiesto.
Fuente: El País
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