El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha presentado el Plan de Activación Socieconómica del sector forestal que «responde a la necesidad de preservar, mejorar y asegurar el patrimonio forestal español». Además, ha asegurado que el plan busca aprovechar las oportunidades económicas y de generación de empleo que este sector ofrece.
Este plan, que ha sido elaborado por el Ministerio en colaboración con las comunidades autónomas, se pondrá en marcha de manera inmediata y contribuye, según ha apuntado Cañete, al cumplimiento de los compromisos adquiridos con el protocolo de Kyoto. Del mismo modo, ha señalado que se configura como un instrumento de aplicación nacional, estrechamente ligado a la programación del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).
Como objetivo, este proyecto pretende impulsar la diversificación de la actividad económica en los municipios rurales, mejorando las condiciones de vida de sus habitantes y, en particular, los vinculados más directamente con la actividad en el sector forestal.
Para su inicio, se ha llevado a cabo un análisis de 11 aprovechamientos forestales: madera, biomasa, resina, corcho, castaña, piñón, hongos y trufas, caza y pesca, dehesa, ganadería extensiva y usos creativos.«España tiene un enorme potencial en producción de leña y madera, incuida la biomasa», ha destacado el ministro, que ha detallado que la tasa de estracción de madera y leña de los montes españoles es de un 37 por ciento.
En cuanto al resto de aprovechamientos, ha destacado algunos aspectos, como la depreciación del corcho en la última década, una cierta reactivación de la resina y la biomasa, una balanza positiva de castaña y piñon o una gran inestabilidad en la producción y en los precios de hongo y trufa, entre otros.
Y en cuanto al diagnóstico del sector forestal, Cañete ha resaltado la «reducida dimensión de las propiedad forestal, la escasa ordenación de los montes y el bajo nivel de asociacionismo». También ha apuntado la necesidad de mejorar y perfeccionar las fuentes de información, tanto en producción como de comercialización de productos forestales.
Durante su intervención, el ministro ha explicado que el sector forestal español generó en 2013 unos 7.900 millones de euros de valor añadido bruto, lo que supone una aportación al PIB nacional del 0,76 por ciento. No obstante, Cañete considera que «todavía existe potencial de crecimiento muy importante que se debe aprovechar con la puesta en marcha de medidas estructurales».
También ha apuntado que este sector dio empleo en 2013 a 117.000 personas (0,67 de la población ocupada) siendo el subsector de la madera y el corcho el que más empleo genera (43,9 por ciento) seguido de la industria del papel (36,4), mientras que el resto de aprovechamientos forestales alcanzan casi el 20 por ciento.
Del mismo modo, ha destacado que la superficie forestal española es de 27,7 millones de hectáreas y ocupa el 54,8 por ciento de la superficie nacional, una cifra que, ha señalado, es «muy superior a la media europea»: 6,5 millones de hectáreas y un 40,1 por ciento del total de la UE.
Contribución al Medio Ambiente
Para el ministro, la importante extensión y diversidad de los montes españoles “se multiplica si tenemos en cuenta su carácter multifuncional, ya que son fuente de recursos naturales, contribuyen al medio ambiente y abastecen de muy variados productos y aprovechamientos”.
Entre ellos, Arias Cañete ha destacado la contribución de los montes a la mitigación del cambio climático. En primer lugar, a través del efecto sumidero de las masas forestales, que capturan CO2 y, en segundo lugar, por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que genera el aprovechamiento de la biomasa como combustible. En definitiva, “las medidas del Plan contribuyen al cumplimiento de los compromisos adquiridos en el protocolo de Kioto”, ha recalcado.
En este ámbito, el ministro ha subrayado que los bosques pueden dar soporte a un nuevo valor medioambiental, a través de los Bancos de Conservación de la naturaleza, instrumento de carácter voluntario que permitirá compensar o reparar posibles pérdidas de biodiversidad mediante la implantación de masas forestales de nueva creación.
Fuente. Europapress y MAGRAMA
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