La Generalitat ha informado de la presencia de más de 600 pollos del ave que ha encontrado las mejores condiciones de tranquilidad y aislamiento por el confinamiento y la subida del nivel del agua.
El anidamiento y cría de los pollos ha coincidido además con la eclosión de la artemia, principal alimento del flamenco, en las dos lagunas propiciada por la menor salinidad por la gran aportación de agua dulce de la borrasca Gloria y las precipitaciones de esta primavera. Las cifras de crías y ejemplares, más de 1.500, también «son históricas para el conjunto de los humedales valencianos».
El Parque Natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata está de enhorabuena. Por primera vez desde 1983 los flamencos han anidado en estos humedales. La Generalitat Valenciana anunció ayer que ya se han observado al menos 600 crías. Y todavía se espera superar esa cifra cuando terminen de eclosionar los huevos de las nidadas.
El emplazamiento escogido por los flamencos para ubicar los nidos también es insólito: la mota central que divide la explotación salinera de Torrevieja, conocida popularmente como laguna rosa. En esta zona, muy alejada de las orillas, las lluvias han generado una especie de islas que protegen los nidos de depredadores y presencia humana.
Como avanzó INFORMACIÓN, Amigos de los Humedales del Sur de Alicante y los técnicos de la Generalitat habían observado ya la presencia de más de 1.500 parejas de flamencos. La presencia de esta especie es frecuente en la laguna de La Mata, pero no habían encontrado una situación ideal para anidar ni en La Mata ni en Torrevieja hasta esta primavera: la tranquilidad del confinamiento y la escasa accesibilidad de la zona que han escogido gracias al aumento del volumen de agua dulce que se ha producido en las lagunas debido a las lluvias de abril y mayo y, sobre todo, a la borrasca Gloria del mes de enero. Condiciones a las que se suma la falta de actividad de la explotación salinera, semianegada por el agua de la laguna y casi sin actividad extractiva más allá de las labores de mantenimiento.
Además, la aportación extraordinaria de agua dulce ha rebajado la salinidad, lo que ha ayudado a que las condiciones para la reproducción de la artemia, que normalmente no sobrevive en las aguas laguna torrevejense, y que es el principal alimento de estas aves acuáticas, sean ideales. De hecho se ha producido una auténtica explosión de bancos de artemia que aseguran el sustento de adultos y sus polluelos sin necesidad de que las aves se trasladen a otras zonas para conseguirlo.
Las parejas de flamenco ponen un único huevo y son especialmente delicadas a la hora de sacar adelante los nidos y las crías. Si las condiciones ambientales que se dan cuando deciden anidar en un lugar específico se alteran, la reproducción termina fracasando, según ha explicado el representante de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, Sergio Arroyo.
«Hay que recordar que el flamenco es una especie con unos requerimientos muy precisos para su reproducción, entre los que destacan un número mínimo de ejemplares formando parte de la colonia, la necesidad de una tranquilidad absoluta y el mantenimiento de los niveles de agua», según explica la Conselleria de Medio Ambiente, en el mismo sentido.
Se ha producido la tranquilidad ambiental para que los núcleos familiares prosperen y vean crecer sus crías sin depredadores ni «sustos» por la actividad antrópica. Las parejas de flamencos comenzaron a llegar en marzo. Hallaron un insólito sosiego -las orillas de las dos lagunas tienen constante presencia humana, atraídos por los atractivos paisajes salinos y los recorridos de senderismo en la laguna de La Mata. Esa tranquilidad se blindó además con el aumento del volumen de agua que hace inaccesible la zona de anidamiento para depredadores -como el zorro- y personas. Además dejó el oírse el constante paso de avionetas, aviones, tráfico y drones -ruido ambiental que ha regresado con fuerza en las últimas semanas, en especial el de las avionetas-.
La Generalitat explica que «durante la primera quincena de mayo, personal de la Conselleria de Medio Ambiente y de las propias Salinas, que ha colaborado en presevar la zona, constató la construcción de nidos de flamenco en las motas centrales que divide la explotación salinera». Desde ese momento, «se estableció un discreto plan de vigilancia sobre la incipiente colonia, con el fin de que dispusieran de la tranquilidad necesaria para que todo el proceso llegara a buen término».
A día de hoy, «pasadas las fechas más críticas del proceso reproductivo, han concluido con un notable éxito la incubación y eclosión del huevo pudiéndose observar las numerosas guarderías de jóvenes flamencos, de color grisáceo, que permanecen en las inmediaciones de la colonia reproductora siendo alimentados por los progenitores».
Antes de entrar en el estado de alarma, ya se observó una inusual concentración de flamencos en ambas lagunas torrevejenses, que fue incrementándose poco a poco en los meses del confinamiento. Una vez levantadas las restricciones, también se ha constatado la persistencia de flamencos en la zona.
Nunca antes, según la Generalitat, desde que se tienen registros oficiales, se había constatado la reproducción de esta inconfundible ave, aunque sí algunos intentos frustrados, como el que tuvo lugar en la laguna de La Mata en 2001- Fuentes conocedoras del espacio protegido documentan en 1983 el último anidamiento de estas aves en la laguna de Torrevieja. Un anidamiento relativamente frecuente en la laguna de Torrevieja antes de que se pusiera en marcha la infraestructura del salmoeroducto que aporta mayor salinidad a la laguna y que los residenciales rodearan el humedal desde mediados de los años ochenta.
Las cifras de cría y presencia de parajeas también «son históricas para el conjunto de humedales valencianos«, según las mismas fuentes.
La colonia reproductora se ubica en una zona muy lejana, casi en el centro de la laguna, lo que hace difícil estimar las cifras de adultos y pollos, que serán confirmadas una vez que los pollos abandonen el lugar y se puedan contabilizar el número de nidos, según la Conselleria de Medio Ambiente.
Desde ese momento, se estableció un discreto plan de vigilancia sobre la incipiente colonia, con el fin de que dispusieran de la tranquilidad necesaria para que todo el proceso llegara a buen término.
Aunque se pueden observar los flamencos durante todo el año en los humedales del sur de Alicante, su reproducción con éxito solo se ha constatado en contadas ocasiones: en Santa Pola en 1973, 1975 y 2002, y en El Hondo en 1997 y 1998.
En España esta especie solo anida de forma masiva y continuada anualmente en la zona lacustre de Fuente de Piedra (Málaga) y de forma más puntual en el Delta del Ebro y el parque de Doñana.
Colectivos conservacionsitas y amantes del Parque Natural conocían desde hace semanas que se había producido el extradordinario anidamiento y cría de los flamencos, pero por la prudencia que exige la previsible «curiosidad» de paseantes y senderistas que se lancen cámaras en ristre a la captura de imágenes que interrumpan la tranquilidad de estas vistosas aves -las crías todavía no saben volar-, no se había hecho público el anuncio de hoy de la Generalitat, que se ha acogido con cierta sorpresa.
Fuente: Diario Información
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