La gestión de la cuenca fluvial catalana vuelve a Europa. Si a finales de 2009 la UE ya alertó al Ejecutivo catalán por no tener preparado un proyecto que garantizara la directiva marco del Agua de la Comisión Europea, el lunes una decena de organizaciones ecologistas denunciaron ante la Comisión Europea la innacción de la Generalitat para poner en marcha las medidas pactadas en el Plan de Gestión del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña, texto aprobado en noviembre de 2010, y que llegó con un año de retraso.
Los grupos medioambientales presentaron también un informe al jefe de la Unidad de Protección del Agua de la Comisión, Peter Gammeltoft, en el que detallan los “mayores conflictos hídricos” de Cataluña, uno de los principales problemas medioambientales de la región.
El informe presentado denuncia la “inexistencia y la no implementación de medidas que reconduzcan la grave contaminación los acuíferos por nitratos procedentes de las deyecciones ganaderas”. A causa de este emponzoñamiento, el 47% de las masas de agua catalanas no se pueden aprovechar para su consumo. Asimismo, los ecologistas recuerdan a la Comisión que la Generalitat no ha aplicado las medidas adecuadas para paliar la salinización del Llobregat provocada por la explotación minera de potasa de Sallent (Bages). El río abastece al 50% de la población del área metropolitana de Barcelona, de más de cuatro millones de personas.
“Pedimos a Gammeltoft que exija al Gobierno catalán el estricto cumplimiento del calendario del plan al que se comprometió la Generalitat”, aseguró Jesús Sole, portavoz de Grupo de Defensa del Ter, organización que participa en la denuncia.
Gammeltoft aseguró a los representantes de los grupos ecologistas que solo permitirá excepciones en la implementación de las medidas del plan de gestión “bajo justificaciones muy restrictivas”. A pesar de llegar con un año de retraso, las autoridades europeas calificaron de “excelente” el texto. Uno de los asistentes del dirigente europeo reconoció a los ecologistas que desde la Comisión son “conscientes” de que la Generalitat no está implementando “la gran mayoría de las medidas”.
En el texto entregado a Gammeltoft se denuncia también el incumplimiento de los caudales de los ríos Ter, debido a la captación para las centrales hidroeléctricas que hay en el tramo alto de la cuenca y al trasvase de agua hacia el área metropolitana de Barcelona, y del Gaià. Los ecologistas aseguran que la falta de agua se debe a la captación que hace Repsol para la refrigeración de una sus plantas, y aseguran que este abastecimiento se podría realizar con los efluentes de las depuradoras de la zona. Desde el pasado junio el Gaià vuelve a desembocar en el mar 35 años después.
La Generalitat previó en 2006 un gasto de 8.728 millones de euros en la gestión del agua durante una década. Pero en 2010, el Gobierno solo había destinado poco más de 1.800 millones.
Quim Pérez, portavoz de Ecologistas en Acción, acusó al Gobierno catalán ante la “poca sensibilidad que muestra ante la grave situación de los ecosistemas fluviales”, y quitó culpa a la Agencia Catalana del Agua, quienes, según él, hacen un trabajo “riguroso”.
Fuente: El País
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