Respecto a los residuos plásticos no peligrosos, los países de la OCDE conservarán el derecho a definir los requisitos para dichos envíos de acuerdo con la legislación nacional y el derecho internacional.
Los países de la OCDE acordaron el pasado mes de septiembre actualizar las reglas sobre la exportación de residuos plásticos peligrosos para reciclaje de acuerdo con los cambios internacionales, de modo que se requerirá el consentimiento previo de los países de destino antes del envío. Sin embargo, no llegaron a un consenso sobre la actualización de las disposiciones relativas a la exportación de residuos plásticos no peligrosos. Los países de la OCDE han acordado revisar la situación de los residuos plásticos no peligrosos en 2024.
Las reglas de la OCDE se aplican a todo el comercio de residuos destinados a operaciones de recuperación entre los 37 países miembros de la Organización.
Este resultado significa que, si bien todos los países de la OCDE deberán obtener el permiso de los países de destino antes de enviar residuos plásticos peligrosos, no habrá controles específicos de esta organización sobre el transporte de residuos plásticos no peligrosos entre los países miembros. En cambio, los países de la OCDE conservarán el derecho a definir los requisitos para dichos envíos de acuerdo con la legislación nacional y el derecho internacional.
Si bien cada país puede decidir qué controles aplicar a los envíos de residuos plásticos no peligrosos, se han comprometido a informar a la Secretaría de la OCDE de sus decisiones y la lista de controles aplicados se pondrá a disposición del público para garantizar la transparencia. Los desechos plásticos no peligrosos incluyen tanto los desechos puros de un solo polímero, donde el reciclaje deja pocos residuos, como los desechos plásticos mixtos, en los que el reciclaje deja subproductos que deben eliminarse adecuadamente.
Convenio de Basilea
Los miembros de la OCDE celebraron una serie de reuniones entre julio de 2019 y julio de 2020 para debatir si se debían actualizar las normas sobre los desechos plásticos transportados entre los países miembros y cómo hacerlo, a la luz de las enmiendas relativas a los residuos plásticos introducidas en mayo de 2019 en el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de residuos peligrosos y su eliminación, que rige los traslados de desechos a nivel internacional.
El Convenio de Basilea, que cuenta con 187 miembros y está en vigor desde 1992, establece controles sobre el traslado de residuos con el fin de proteger la salud humana y el medio ambiente. Los cambios acordados en 2019 entrarán en vigor en enero de 2021 y pueden dar lugar a una nueva disminución del comercio mundial de desechos plásticos.
Impulsar tasas de reciclaje
Las normas de la OCDE permiten a los países miembros comerciar con desechos para su reciclado de una manera ambientalmente racional y económicamente eficiente. Permitir que los residuos sean tratados en países con una ventaja de costos en la clasificación o el reciclaje puede ayudar a impulsar las tasas de reciclaje globales y fortalecer los mercados de plásticos secundarios. Las normas de la OCDE también proporcionan un marco para el comercio de desechos desde o hacia cualquier miembro de la OCDE que no sea parte en el Convenio de Basilea, como los Estados Unidos.
Aproximadamente el 2% de los cerca de 360 millones de toneladas de residuos plásticos producidos a nivel mundial cada año se exporta para su tratamiento según los datos de la ONU. Los volúmenes totales de residuos plásticos comercializados se desplomaron después de que China introdujera restricciones a la importación a principios de 2018, pero los envíos aumentaron a destinos alternativos que no siempre están bien equipados para gestionar los subproductos del reciclaje de plásticos. La búsqueda de nuevos mercados de reciclado dio lugar a un aumento de las corrientes de desechos plásticos hacia Tailandia, Malasia, Viet Nam, la India y Turquía, un país miembro de la OCDE.
Otros importantes importadores de residuos plásticos de la OCDE para su reciclado son los Estados Unidos, Corea, Canadá y los países de la Unión Europea.
Procedimientos de control «ambar»
La actualización de las normas de la OCDE significa que los desechos plásticos peligrosos seguirán sujetos al procedimiento de control «ámbar» de la OCDE, en virtud del cual el envío depende de un procedimiento de consentimiento previo, pero en el caso de los desechos plásticos no peligrosos, cada país de la OCDE conserva su derecho a controlar los residuos en cuestión, de conformidad con el derecho interno e internacional. La situación de los desechos plásticos no peligrosos se examinará en 2024 y la OCDE prestará todo el apoyo necesario a sus miembros con la esperanza de que sea posible llegar a un acuerdo.
Fuente: Residuos Profesional
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