Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha analizado el impacto de las soluciones basadas en la naturaleza (SbN) a la hora de reducir los efectos de las islas de calor urbanas sobre la salud de las personas. La investigación se ha llevado a cabo en las zonas exteriores del edificio de Matadero de Madrid.
En el caso de ciudades grandes el estrés térmico de sus habitantes se dispara por el efecto isla de calor urbana, que hace que las urbes experimenten temperaturas más altas que las zonas circundantes debido a la actividad humana. La causa principal son la acumulación de estructuras, como edificios, aceras o asfaltos, que absorben más calor y lo liberan más lentamente, al revés que parajes naturales como bosques, ríos o lagos.
Reducir los efectos de esas islas de calor es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan los arquitectos en estos momentos y la posibilidad de utilizar soluciones basadas en la naturaleza puede ser una opción para conseguirlo.
Escenario de mitigación del cambio climático con SbN
Los investigadores de la UPM simularon escenarios de mitigación con soluciones basadas en la naturaleza que mejoren el confort térmico en las zonas exteriores del edificio de Matadero de Madrid. Este espacio suele albergar actividades y eventos en sus zonas exteriores, pero en el verano las temperaturas extremas imposibilitan su uso durante gran parte del día. Por ello, se planteó un escenario de mitigación combinando tres soluciones: dosel arbóreo, dosel fabricado y un área verde de descanso.
Para cada una de esas propuestas, los investigadores analizaron cuatro variables: radiación solar directa, velocidad del viento, temperatura del aire y humedad relativa, empleando para ello cuatro puntos de medición distribuidos en distintas zonas del lugar. Adicionalmente, para evaluar el impacto del escenario de mitigación, se calculó el parámetro bio-meteorológico del Voto Medio Estimado (PMV), un índice de confort térmico definido como el valor medio de los votos de un grupo de personas respecto a la sensación térmica.
La combinación de las tres soluciones logró mejorar significativamente el confort térmico, pero sin conseguir un nivel óptimo para el PMV, incluso manteniendo valores entre 3 y 4 en ciertas horas del día (12:00-18:00 horas), que corresponden a sensaciones calientes y muy calientes. Los resultados mostraron que el escenario de mitigación tiene un impacto en la radiación solar directa y en la velocidad del viento, pero no afectan la temperatura del aire ni la humedad relativa.
Los investigadores constataron además que, de las tres soluciones propuestas, no todas tenían el mismo impacto a la hora de reducir la sensación de calor. Las soluciones que proveen sombra a los visitantes (dosel arbóreo y fabricado) son claves en la reducción de estrés térmico, resultando más efectivo el fabricado, por su capacidad de tapar completamente el sol, mientras que el dosel arbóreo presenta distintos niveles de sombra, dependiendo de la densidad de la cubierta de su follaje. Por último, la solución de un área de descanso verde no tuvo efectos considerables en el confort térmico.
Formación relacionada que podría interesarte: Soluciones basadas en la naturaleza y su contexto en la agenda 2030
Fuente: construible.es
Deja tu comentario