La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) ha desarrollado un nuevo estándar, la Lista Roja de Ecosistemas, para establecer los riesgos medioambientales y conocer el estado de conservación de los ecosistemas de todo el mundo antes de 2025. El sistema ha sido probado en 20 ecosistemas de seis continentes y en tres océanos

Así, David Keith, el director del estudio que publica la revista de la Biblioteca Pública de Ciencias PLoS ONE, ha señalado que conociendo qué ecosistemas están bien monitorizados y cuales están en problemas, los gobiernos, las industrias y las comunidades locales estarán «bien posicionadas para realizar decisiones sobre inversiones inteligentes para una gestión medioambiental sostenible».

El desarrollo del nuevo método de evaluación de riesgos está considerado como el mayor logro científico para realizar informes medioambientales consistentes. Modelado bajo la influencia de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, la Lista Roja de Ecosistemas identificará si un ecosistema es vulnerable, está en peligro o está en peligro crítico.

«Por primera vez tenemos un método de evaluación de riesgos que es aplicable en todo el mundo y en ecosistemas terrestres, de agua dulce y marinos», ha destacado el coautor del estudio Emily Nicholson, de la Universidad de Melbourne (Australia).

Por su parte, el director del proyecto de la Lista Roja de Ecosistemas, Jon Paul Rodríguez, ha manifestado que el objetivo es evaluar todos los ecosistemas del mundo en 2025 y ha añadido que la UICN continuará realizándolo en amplias áreas geográficas, tales como continentes y cuencas oceánicas. «Nuestra base de datos está diseñada para alojar los estudios que se realicen a nivel local, a nivel país o por tipos de ecosistemas», ha indicado.

Los ecosistemas de montañas remotas como el monte Tepui, en Venezuela figuran entre las que están en mínimo riesgo de colapso, de acuerdo con el estudio, mientras que en el otro extremo se encuentra el Mar Aral, en Asia central, que colapsó durante las décadas de los años 80 y 90 del siglo XX.

Río Waikato, Nueva Zelanda. Imagen: B.Fernández

Lecciones aprendidas

«Las lecciones sobre la evaluación del Mar Aral dan que pensar», ha manifestado el director del Centro de Humedales y coautor del estudio, Richard Kingsford, que ha añadido que no solo albergaba especies que se han perdido para siempre, sino que el colapso de un ecosistema conduce a un desastre socioeconómico.

Las pesquerías del Mar Aral y la industria pesquera fracasaron, mientras que aumentaron las enfermedades respiratorias y digestivas y ha disminuido la esperanza de vida, asociado a las tormentas de polvo generadas por el lecho seco del mar.

También han sido evaluados ocho ecosistemas australianos en el ensayo de prueba entre estos extremos. Algunos de estos ecosistemas están en rápido declive, mientras que para otros, las amenazas están en etapas tempranas por lo que podría fácilmente aplicarse políticas y tomar decisiones de gestión para mantener la diversidad y funciones de estos ecosistemas.

«Una gestión medioambiental fuerte es un imperativo para mantener las funciones de los ecosistemas, su diversidad biológica y los servicios ecosistémicos así como para las economías y el bienestar social que depende de estos», ha valorado el director del Programa de Gestión de Ecosistemas de la UICN, Edmund Barrow. «Esto es especialmente crucial para el mundo desarrollado», ha añadido.

Con este proyecto, se pretende que la lista Roja de los Ecosistemas de la UICN se convierta en una ventanilla única para economistas, comunidades rurales, autoridades locales y nacionales, que puede utilizar estas evaluaciones para una mejor gestión de los recursos finitos del planeta.

La UICN está procurando apoyo para completar la evaluación global del estado de conservación de los ecosistemas terrestres, de agua dulce, marinos y ecosistemas subterráneos antes de 2025.

http://www.iucnredlistofecosystems.org/es/

Fuente: Europapress