Carreteras, autopistas, ferrocarriles, agricultura intensiva y desarrollo urbano están rompiendo los paisajes de Europa en trozos cada vez más pequeños, con consecuencias potencialmente devastadoras para la flora y fauna de todo el continente, según un nuevo informe conjunto de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) y la Oficina Federal Suiza para el Medio Ambiente (UFAM). El estudio, «la fragmentación del paisaje en Europa‘, demuestra cómo las áreas de tierra son a menudo incapaces de soportar altos niveles de biodiversidad cuando se dividen en partes pequeñas.
Nuevas carreteras y vías férreas atraviesan Europa, y la mayor fragmentación del paisaje que se deriva aumenta el aislamiento de las poblaciones de animales en fracciones más pequeñas y vulnerables. Esto también aumenta el número de animales muertos en choques con vehículos y bloquea su acceso a los recursos y a los compañeros de cría.
Y es que la creciente área ocupada por las infraestructuras de transporte y las fronteras entre ellas han condenado muchos animales a vivir en zonas marginales. Además la fragmentación del paisaje también facilita la propagación de especies invasoras y reduce los servicios de los ecosistemas que necesita el ser humano para sobrevivir. Como subraya, Jacqueline McGlade, Directora Ejecutiva de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA): «Los paisajes cambian constantemente, pero en las últimas décadas los seres humanos los han modificado sin pensar en los impactos acumulativos y a un ritmo que no tiene precedentes «.
El valor de este informe es que presenta por primera vez el grado de fragmentación del paisaje en todo el continente utilizando el método científico y el panorama que describe es preocupante. Pero, aunque la situación es crítica, también se ponen de manifiesto políticas activas de protección que resultan eficaces para disminuir el impacto de la fragmentación, como la construcción de pasos de fauna.
Moderar la construcción de carreteras, clave para revertir la tendencia
En primer lugar se deberían, según el estudio, mejorar las carreteras viejas en lugar de construir nuevas infraestructuras viarias, y evitar aquellas que pasan cerca de asentamientos de fauna, así como la construcción de infraestructuras viarias o férreas cerca de otras. Además se han de construir más túneles, pasillos y puentes para permitir que los animales puedan moverse con más libertad, dice el informe.
Además, cuando el volumen de tráfico baja, hay que reducir las carreteras o desmantelarlas por completo. Esta forma de planificar implicaría también considerar eficazmente los efectos acumulativos, actuando según el principio de precaución, para evitar repetir errores del pasado.
En este sentido, el problema de la fragmentación del paisaje también es considerado por la Estrategia de la Unión Europea recientemente adoptada sobre la biodiversidad y los ecosistemas, donde se destaca la necesidad de ‘infraestructuras verdes‘.
La liebre marrón a punto de la extinción, pero se recupera ligeramente el tejón
El informe pone como ejemplo la liebre marrón en Suiza, una especie que ha sido empujada al borde de la extinción por la fragmentación del paisaje en combinación con otros impactos humanos tales como la agricultura intensiva. El movimiento de los animales ha sido bloqueado por los caminos, por lo que les ha resultado difícil escapar del mal tiempo, y además, a menudo son atropellados.
Pero también presenta experiencias positivas. Por ejemplo, los tejones en los Países Bajos estuvieron en declive durante muchos años, hasta que se estableció en 1984 una «política de desfragmentación». Esta política hizo que los constructores planificaran «tubos tejón ‘para permitir el movimiento más fácil y seguro de estos animales tímidos. Esto ha hecho que la población holandesa del tejón haya aumentado, aunque ligeramente.
La fragmentación del paisaje: un panorama mixto en Europa
Del informe se pueden extraer algunas conclusiones interesantes respecto a los diferentes países europeos:
– Los niveles más altos de fragmentación se encuentran en Benelux, seguido de Malta, Alemania y Francia.
– Rumanía ha evitado con éxito a gran escala la fragmentación del paisaje. En el país el 5,18% de la superficie está protegida (12.360 km ²), (hay 13 parques nacionales). Esto significa que este país proporciona el hábitat para el 60% de los osos, el 40% de los lobos y el 35% de lince en Europa.
-El Reino Unido es tierra de contrastes, ya que tiene los niveles más altos de fragmentación de Europa cerca de Londres, mientras que las tierras altas escocesas son algunas de las zonas menos fragmentadas.
-La baja densidad de población, las montañas y las zonas remotas hacen que Escandinavia tenga en general muy bajos niveles de fragmentación del paisaje.
-Los países mediterráneos como España, Grecia e Italia tienen un nivel medio de la fragmentación del paisaje en general, con una mayor fragmentación en muchas zonas urbanizadas costeras.
– En Europa oriental y central, hay ambiciosos planes de construcción de carreteras. Por ejemplo, Polonia tiene un programa de construcción de una autopista sin precedentes, que representa el 40% del mercado de la construcción de carreteras en la región en los próximos años. Esto puede tener un fuerte impacto si no se toman medidas para preservar la conectividad y compensar la pérdida de hábitat.
Fuente: http://www.sostenible.cat/
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