El cambio hacia una economía verde a nivel mundial es un paso fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible, y los países en desarrollo están bien posicionados para contribuir a catalizar esta cambio, de acuerdo con un nuevo informe publicado ayer por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
“En el mundo actual, cada vez más interconectado y en el que se comercian bienes y servicios estimados en billones de dólares, el cambio hacia una economía verde internacional aún plantea desafíos pero ofrece grandes oportunidades», aseguró Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. “Si queremos evitar el declive de la biodiversidad a nivel mundial, mitigar la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), poner fin a la degradación de suelos y proteger nuestros océanos, es imprescindible que el comercio internacional sea sostenible y contribuya a proteger el ‘capital natural’ de las economías del mundo en desarrollo”.
En las últimas dos décadas, el comercio continuó desarrollándose y generando progreso y crecimiento económico para erradicar la pobreza en los países en desarrollo. Al mismo tiempo, sin embargo, el creciente volumen del comercio intensificó el desgaste de los recursos naturales, originó un aumento en las emisiones de GEI y contribuyó a las desigualdades sociales.
Las tendencias del comercio mundial muestran que los países en desarrollo, particularmente los menos desarrollados, aún dependen en gran medida de productos basados en recursos naturales y materias primas para sus exportaciones. Para lograr un desarrollo económico sostenible a largo plazo, sin embargo, existen oportunidades verdaderas y significativas para que los países en desarrollo diversifiquen sus economías y se posicionen estratégicamente para beneficiarse de la creciente demanda internacional de bienes y servicios «ecológicos».
Si bien aún representa un pequeño porcentaje del mercado global, el comercio de productos certificados y de bienes y servicios ecológicos va en aumento en términos absolutos. Por ejemplo, se proyecta que el mercado internacional de tecnologías de eficiencia energética y de bajas emisiones de carbono, en los que se incluyen los productos que suministran energía renovable, casi se triplicará para el año 2020, alcanzando los 2,2 billones de dólares.
El informe Green Economy and Trade – Trends, Challenges and Opportunities (Comercio y economía verde; tendencias, desafíos y oportunidades), señala que los países en desarrollo que cuentan con abundantes recursos renovables están bien posicionados para capitalizar las oportunidades de incrementar su cuota en mercados internacionales en beneficio de productos y servicios sostenibles.
El informe analiza seis sectores de la economía: la agricultura, la pesca, los bosques, la industria, la energía renovable y el turismo, en los que existen oportunidades de comercio, e identifica medidas, tales como certificaciones y reformas en políticas, que pueden ayudar a que los países en desarrollo se beneficien de dichos mercados.
Algunas de las tendencias resaltadas en el informe ilustran este potencial. Por ejemplo:
- Agricultura. Se prevé que el mercado internacional de las bebidas y los alimentos orgánicos crecerá de 62,9 miles de millones, valor total en 2011, a US$ 105 miles de millones para el año 2015. Por ejemplo, la producción de té de acuerdo con los estándares de sostenibilidad ha crecido en un 2000 % entre los años 2005 y 2009.
- Pesca y acuicultura. La pesca de captura ya certificada o en evaluación completa registra capturas anuales de aproximadamente 18 millones de toneladas métricas de productos del mar. Esto representa cerca del 17% de la pesca de captura anual a nivel internacional, y la demanda supera ampliamente la oferta. Además, se proyecta que el valor total de los productos del mar criados de acuerdo con los estándares certificados de sostenibilidad aumentará de US$ 300 millones en 2008 a US$ 1,25 miles de millones en 2015.
- Silvicultura. A principios de 2013 la superficie total de bosques certificados asciende a aproximadamente 400 millones de hectáreas, correspondientes al 10% de los recursos forestales a nivel global. Las ventas de productos de madera certificados superan los US$ 20 miles de millones anuales.
- Industria. Muchos proveedores están potenciando el nivel ecológico de sus prácticas para asegurarse sus puestos dentro de las cadenas de suministro internacionales. Esto queda ilustrado, por ejemplo, por el aumento del 1.500% en las certificaciones ISO 14001 sobre sistemas de gestión ambiental entre 1999 y 2009.
- Energía renovable.Desde 1990, el crecimiento anual en la capacidad de suministro de biocombustible y energía eólica y solar fotovoltaica ha sido de un promedio del 42, 25 y 15%, respectivamente. En 2010, las inversiones en el suministro de energía renovable alcanzaron los US$ 211 miles de millones, lo que representó un aumento de cinco veces desde 2004, y más de la mitad de estas inversiones fueron realizadas en países en desarrollo. Los países en desarrollo han aumentado significativamente las exportaciones de equipos de energía renovable, tales como paneles solares, turbinas eólicas y calentadores solares de agua, y han expandido su potencial de exportación de electricidad de fuentes renovables.
- Turismo. En 2012, por primera vez, el turismo internacional alcanzó los mil millones por año. En los países en desarrollo, la cuota de mercado de la industria aumentó de un 30% en 1980 a un 47% en 2011, y se prevé que alcanzará un aumento del 57% en el año 2030. El subsector de más rápido crecimiento en el turismo sostenible es el ecoturismo, que se centra en actividades en la naturaleza. Muchos países en vías de desarrollo gozan de una ventaja comparativa en el ecoturismo debido a sus entornos naturales, el patrimonio cultural y las posibilidades que ofrecen para el turismo de aventura.
“La transición hacia una economía verde puede facilitar el desarrollo de nuevas oportunidades comerciales, que a su vez ayudará brindar mayor sostenibilidad al mercado internacional”, aseguró Steiner. “Al mismo tiempo, el comercio de bienes y servicios ecológicos evidentemente es un área en la que muchos países en desarrollo gozan de una ventaja competitiva. Con las políticas y regímenes de precio adecuados, los países en desarrollo están bien posicionados para ayudar a impulsar la transición global hacia una economía más sostenible”.
El informe identifica varios sectores en los que las medidas de carácter público y privado pueden colaborar con las iniciativas de los países en desarrollo para acceder a mercados internacionales más ecológicos. Estos incluyen:
- Inversiones públicas en infraestructura económica clave, asistencia técnica, programas educativos y de capacitación específicos, y acceso a recursos sostenibles, tales como la electricidad procedente de fuentes de energía renovable.
- Instrumentos basados en el mercado, como la eliminación de subsidios que fomentan la producción, el consumo y comercio insostenibles, y políticas de precios que tienen en cuenta los verdaderos costos sociales y medioambientales de la producción y el consumo.
- Marcos regulatorios que apoyan a las industrias ecológicas e incorporan consideraciones de desarrollo sostenible en los planes de desarrollo nacional, y estrategias de fomento de la exportación.
- Métodos de producción basados en un uso eficiente de la energía y los recursos, con el objetivo de asegurar la competitividad a largo plazo en los mercados internacionales.
- Foros regionales y multilaterales que pueden ayudar a liberalizar el comercio de bienes y servicios ecológicos, eliminar subvenciones perjudiciales para el medio ambiente y ofrecer oportunidades para la acción colectiva, con el objetivo de abordar desafíos sociales y medioambientales a nivel global.
La materialización de las oportunidades de comercio sostenible puede implicar que los proveedores deban cumplir con una cantidad creciente de requisitos sociales y medioambientales. En los preparativos para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Rio+20), varios países expresaron su preocupación acerca de estas dificultades para acceder a mercados de exportación debido a los complejos regímenes regulatorios. Además, lograr el cumplimiento puede resultar costoso, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Por consiguiente, es necesario el apoyo tanto público como privado para ayudar a que las empresas aumenten el nivel ecológico de su producción y cadenas de suministro. De la misma manera, la cooperación en materia reglamentaria, la asistencia técnica y financiera y el desarrollo de capacidades serán factores críticos para que los países en desarrollo puedan beneficiarse de las nuevas oportunidades de comercio ecológico.
En el marco del proyecto de oportunidades de comercio y economía ecológicos (GE-TOP, por sus siglas en inglés), el PNUMA tiene por objetivo identificar políticas y medidas para contribuir a que los países en desarrollo superen los desafíos y puedan responder a la demanda de bienes y servicios sostenibles.
A raíz de este informe, que es el primer indicador clave del proyecto GE-TOP, el PNUMA avanzará a la segunda fase del GE-TOP. En respuesta a los pedidos emitidos durante Rio+20 para que la comunidad internacional emprenda más acciones, el PNUMA ofrecerá ayuda a los países en desarrollo en sectores específicos mediante procesos inclusivos con partes interesadas para que aprovechen las oportunidades que surgen de la transición hacia una economía verde.
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