El consumo de materiales vírgenes creció en 2021 hasta los 101.400 millones de toneladas, pero las tasas de reutilización y reciclaje no aumentaron, según refleja el informe anual de Circle Economy sobre la brecha de la circularidad mundial.
Circle Economy acaba de publicar su último informe anual sobre la brecha de circularidad mundial, que refleja que la economía circular a nivel global se ha estancado en un 8,6%, una cifra similar a la que reflejaba el informe de 2020, y menor que la de 2019, cuando se alcanzó una circularidad mundial del 9,1% (en 2021 no se actualizó la métrica de circularidad debido a la falta de datos).
El informe proporciona también una actualización de datos sobre el uso global de recursos y destaca que en 2021 se utilizaron 101.400 millones de toneladas de materiales vírgenes, frente a los 100.000 millones de 2019. A pesar de este aumento en el consumo, no ha habido mejoras en la tasa de reutilización y reciclaje, que se ha estancado el 8,6% mencionado.
Según el informe, la trayectoria actual dispararía el uso de materias primas vírgenes a entre 170.000 y 184.000 millones de toneladas anuales para 2050.
De hecho, el documento advierte de que la economía mundial está consumiendo actualmente un 70% más de materiales vírgenes de los que el planeta puede reponer con seguridad.
La organización autora del estudio llama la atención sobre las formas en que el consumo de recursos está conectado con la crisis climática. La edición de este año del informe establece que el 70% de las emisiones mundiales están vinculadas a la extracción, fabricación y uso de productos.
El documento también pone de relieve que, para 2030, se necesitará al menos duplicar el volumen de recursos que reingresan a la economía cada año.
Para afrontar este enorme reto, Circle Economy propone 21 soluciones que, si se implementan a nivel mundial y se combinan con los compromisos climáticos existentes, podrían ayudar al planeta a limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C.
Estas soluciones se basan en una jerarquía que pasa por un menor uso de recursos, el uso de materiales por más tiempo, la regeneración natural y, por último, el reciclaje. Colectivamente, representan un potencial de reducción de emisiones globales anuales de unos 22.800 millones de toneladas.
Lamentablemente, el informe advierte que, hasta la fecha, la mayoría de empresas y naciones han adoptado un enfoque contrario, en el que se ha priorizado el reciclaje frente a las otras opciones.
“Nuestra insaciable demanda de recursos y nuestra economía desechable amenazan el futuro del planeta y nos conducen por el camino del colapso climático”, afirma el presidente ejecutivo de Circle Economy, Martijn Lopes Cardozo.
El informe asegura que “la transición a una economía completamente circular dentro de una generación requerirá acciones urgentes y a gran escala de todas las partes de la sociedad. Los gobiernos nacionales y locales deberán proporcionar dirección y condiciones favorables, los consumidores deberán tomar decisiones que fomenten la circularidad y las empresas deberán rediseñar sus procesos desde cero”.
“Los gobernantes, las empresas y la sociedad civil deben incluir soluciones circulares en la agenda global y asegurarse de que tengan un lugar destacado cuando los países actualicen sus compromisos climáticos nacionales antes de la COP27 en Egipto”, añade Lopes Cardozo.
Fuente: Residuos Profesional
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