La contaminación ambiental es un problema de salud pública y un riesgo contra el que no hay capacidad de protección individual, recalcó a EFEverde el médico y radiólogo Nicolás Olea a propósito de la publicación este miércoles de un informe europeo sobre la importancia de la precaución ante los químicos tóxicos emergentes.
La Agencia Europea de Medio Ambiente reedita su informe de 2000 con nuevas «lecciones» para prevenir daños en la salud y el entorno medioambiental, tras las advertencias de los efectos nocivos de algunos productos químicos asociados con las nuevas tecnologías.
Es el caso de los insecticidas DDT, el plomo o los clorofluorocarbonos (CFC), cuya demostrada acción sobre la capa de ozono provocó su total erradicación del mercado.
El documento, «Lecciones tardías de alertas tempranas: ciencia precaución e innovación», reúne en 750 páginas el «verdadero impacto» en la salud de los nuevos productos y la tecnología, como los teléfonos móviles, el tabaco, los nanoproductos o los combustibles fósiles y sus derivados.
«Se ha demostrado que hasta que una campaña cívica no se convierte en cuestión de Estado, no hay resultados. Somos como francotiradores contra un ejercito organizado», señaló Olea sobre las iniciativas privadas que desde la ciencia o las organizaciones ecologistas o sindicales alertan sobre la contaminación ambiental.
Olea recordó que, como genéricos, los mas peligrosos contaminantes ambientales, porque están casi en todas partes, son los que se conocen como alteradores o disruptores endocrinos (EDC), sobre los que actualmente legisla el Parlamento Europeo.
Limitar la exposición a químicos tóxicos
La Comisión de Medio Ambiente del Europarlamento votó este miércoles por la posibilidad de limitar la exposición de estos químicos entre la población identificada como mas vulnerable: niños, mujeres gestantes o en edad fértil y adolescentes, cuyos organismos aún sufren transformaciones y son mas sensibles a cambios hormonales.
Los EDCs interrumpen o alteran los procesos naturales del metabolismo y provocan desarrollos tempranos o interrumpen la normal comunicación hormonal.
Cánceres hormonodependietnes, algunos grados de autismo, infertilidad en hombres y mujeres, además de diabetes se asocian con la exposición temprana y prolongada a EDCs.
Identificar la presencia en los productos de consumo de éstos contaminantes, entre los mas comunes los parabenos y el bisfenol A, es un primer paso para crear conciencia colectiva del riesgo, apuntó Olea, catedrático de la Universidad de Granada.
La meta es que la legislación europea establezca criterios que garanticen la identificación del mayor número posible de EDCs a los que está expuesta la población y que se haga en base a las propiedades intrínsecas de las sustancias, como con los tóxicos cncerígenos o mutágenos, según el debate que se sigue en la comisión de Medio Ambiente del Consejo Europeo, que en un mes someterá a debate del pleno un documento final.
Olea, miembro del Comité de Dirección del Instituto Niñez y Medio Ambiente (INMA), aboga por el principio de precaución ante las dudas que aún señalan algunos sectores sobre los efectos de los EDCs.
«Si nos equivocamos, es solo cuestión de dinero, aquél que dejan de ganar quienes los producen, pero si estamos en lo cierto, y no se hace nada, las consecuencias son irreversibles y se pagarán durante generaciones», recalcó el investigador
Late lessons for early warnings (summary)
Fuente: EFE
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