El grupo sueco lleva años apostando por las energías renovables; de hecho, desde 2009 ha invertido 1.500 millones de euros en energía solar y eólica.
Ikea invertirá mil millones de euros en energías renovables; esta será una de las múltiples medidas que la empresa piensa adoptar para abordar el cambio climático.
Ikea ha anunciado también que dedicará 500 millones de euros a energía eólica y unos 100 millones a energía solar en los próximos cinco años.
En el mismo periodo, su organización benéfica, la Fundación Ikea, destinará otros 400 millones de euros a ayudar a las personas de las zonas más afectadas por el calentamiento global. El grupo ha invitado a otras empresas a emular la iniciativa, asegurando que medidas como estas transformarán la forma en la que se genera electricidad a un ritmo más rápido de lo que se cree.
“Si todas las empresas adoptaran medidas como estas, conseguiríamos generar electricidad mediante energías renovables en 2020″, explicó Steve Howard, director de sostenibilidad de Ikea.
El anuncio del grupo coincide con la reunión de mandatarios de casi 200 países en Bonn, Alemania, en la que se redactarán las bases para el acuerdo que se firmará en una reunión de Naciones Unidas el próximo diciembre.
Uno de los obstáculos al pacto es la reticencia de algunos países desarrollados a satisfacer las demandas de los más pobres, que piden más fondos para abordar el cambio climático.
La iniciativa de Ikea es un indicio de lo que pueden ofrecer los grupos del sector privado; la empresa sueca no tiene las mismas limitaciones que una compañía cotizada.
No obstante, la perspectiva de que se alcance un acuerdo sobre calentamiento global, tras veinte años de negociaciones, ha llevado a otras empresas e inversores a demostrar su compromiso con el cambio climático. La aseguradora francesa Axa anunció el mes pasado su intención de triplicar su inversión en energías renovables hasta en 3.000 millones de euros de aquí a 2020.
Seis de los principales grupos energéticos europeos se dirigieron por escrito el viernes a Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para pedirle que les permita diseñar un sistema global de tarificación a las emisiones de dióxido de carbono.
El compromiso de Ikea es notable para una empresa de su tamaño; el año pasado registró unos ingresos de 28.700 millones de euros, un tercio de la facturación de Axa en 2014.
Ikea ha instalado en sus propios edificios 700.000 paneles solares como parte de un plan que pretende que, de aquí a 2020, sus necesidades energéticas estén cubiertas mediante energías renovables.
Fuente: http://www.evwind.es/
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