De acuerdo con un comunicado de prensa conjunto, los presidentes de estas empresas se han reunido en Bruselas en la víspera del Consejo Europeo sobre energía y lucha contra el fraude fiscal para analizar los desafíos del sector y trasladar y proponer «acciones adecuadas de política energética» a las autoridades.
Además, han criticado que la falta de concreción de la regulación sobre el sector «provocará indefectiblemente una paralización de las inversiones que repercutirá negativamente en la seguridad de suministro, el empleo y la reactivación de la economía europea».
Las compañías creen que la política energética europea debería contar con «una mejora en el diseño del mercado, incluyendo una estrategia europea común sobre mecanismos de capacidad» para que las plantas de ciclo combinado «que contribuyen a la seguridad de suministro sean digna y justamente retribuidos».
También se refieren a la necesidad de que establecer un mercado europeo de derechos de carbono capaz de apoyar tecnologías respetuosas con el clima y que ofrezca una perspectiva fiable» mediante la fijación de «objetivos de emisiones ambiciosos pero a la vez realistas y estables más allá de 2020».
Las primas a las energías renovables son otro de los puntos que piden incluir en el debate del Consejo Europeo, para que se reduzcan «los costes para los ciudadanos y se favorezca la convergencia entre los estados miembros».
Estas empresas también demanda la necesidad de «fortalecer el marco regulatorio para reactivar las inversiones en tecnologías con futuro, como el almacenamiento de energía, las nuevas renovables, el gas no convencional, la captura y almacenamiento de CO2 y las redes y contadores inteligentes».
Los presidentes de estas compañías demandaron que «los líderes políticos de la UE asuman la crítica situación del sector», al tiempo que alertaron sobre «el papel que juegan las inversiones en el sector eléctrico, no solo para garantizar la seguridad de suministro sino también como motores del crecimiento económico eficiente mediante la creación de empleo».
La declaración de los directivos de estas compañías se basa en «la aspiración europea de una política energética marcada por los principios de competitividad, seguridad de suministro y desarrollo sostenible» y en «la necesidad de liberalizar los mercados de energía«.
También se fundamenta en la necesidad de «garantizar una energía competitiva para los clientes industriales y los ciudadanos» y en la realidad «que todas las empresas han experimentado en los últimos años», en los que la política de alguno estados miembros «no ha producido todos los beneficios esperados».
Esto, en su opinión, está haciendo peligrar «la seguridad de suministro, la transición a una economía con bajas emisiones de carbono y su capacidad para atraer capital».
Este manifiesto ha sido firmado por los presidentes de Enel, Fulvio Conti; Iberdrola, Ignacio Galán; Gasterra, Gertjan Lank Horst; Gdf Suez, Gérard Mestrallet; ENI, Paolo Scaroni; RWE, Peter Terium; E.ON, Johannes Teyssen, y GasNatural Fenosa, Rafael Villaseca.
Fuente: EFE verde
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