Expertos reunidos en una cumbre sobre economía de la energía y el medio ambiente en la Isla de A Toxa proponen la implantación de un impuesto de eficiencia energética a los edificios, tanto los de nueva construcción como los ya construidos.

A favor de esta medida impositiva se mostraron Pedro Linares y Xabier Labandeira, del centro privado de investigación Economics for Energy, en la presentación de las jornadas, en presencia de la subdirectora general de Planificación Energética, del Ministerio de Industria, María Sicilia.

Los expertos han sugerido aplicar impuestos en base a un sistema de calificación de los edificios similar a la de los electrodomésticos, lo que incentivaría las medidas de rehabilitación encaminadas a lograr la certificación A, que estaría exenta de tasas.

Pedro Linares ha enfatizado que «una de las grandes lagunas» en cuanto a eficiencia energética en España está localizada en el sector de la edificación, de ahí su defensa de imponer una tasa a los edificios «ineficientes», que repercutiría en los propietarios de los inmuebles y en los promotores, en el caso de la nueva vivienda.

Labandeira ha aclarado que esta medida no es «recaudatoria», porque «no conseguiría», si se aplicara, «grandes cantidades de recursos» para las arcas públicas, sino que tiene más bien un rasgo «incentivador».
Ha incidido en que las «políticas puntuales» de estímulo al ahorro «no han funcionado bien», y que no solo en España, sino en el resto del mundo, hay una serie de «barreras» que impiden que la gente, «por razones diversas», no adopten medidas de ahorro.

Expertos reunidos en una cumbre sobre economía de la energía y el medio ambiente en la Isla de A Toxa proponen la implantación de un impuesto de eficiencia energética a los edificios. Foto: obture.com CHM

Linares ha hecho hincapié en que cuando se compra una casa, «lo último» que le preocupa al cliente es cuánta energía consume, aunque «al final la acaba pagando», de ahí la necesidad de «hacer más evidente esa decisión» a la hora de elegir una vivienda.
«No es cuestión de pagar más o menos, sino de que la reflexión sobre el consumo energético sea una de las prioridades», ha aseverado.
Los expertos sugieren fomentar medidas de acceso al capital para adecuar la construcción a las nuevas exigencias y establecer unos «precios más adecuados» de consumo energético, en el que se recojan «todos los costes».

En este sentido, Labandeira cree que la factura energética tiene que ser «lo suficientemente alta que incentive a la gente a ahorrar».

Labandeira ha avalado la «fácil aplicación» del impuesto de eficiencia en cuanto existan certificados energéticos obligatorios; su «bajo coste» por estar vinculada a los impuestos locales, y el «papel importante» que podría desempeñar en el impulso de la rehabilitación en el sector de la construcción.

Linares ha puesto de relieve que España es «mucho más ineficiente» en su uso de la energía que los países de su entorno, lo que se debe, en parte, a su modelo de desarrollo, «muy apoyado» en la construcción de viviendas e infraestructuras.

Ha abundado en que a pesar de que estas actividades han sufrido una gran contracción, España sigue sin aproximarse a la media europea, en especial en los sectores de la edificación y el transporte.

En este sentido, María Sicilia ha convenido que «los mayores esfuerzos» en eficiencia energética se seguirán centrando en el futuro en los sectores de la automoción y de la edificación, en los que «se ha hecho mucho», ha dicho, pero se requieren «medidas adicionales».

La eficiencia energética será el tema estrella del encuentro de expertos en A Toxa, en el que se dan cita ponentes como Lawrence H. Goulder, catedrático de la Universidad de Stanford, especializado en el análisis y evaluación de políticas ambientales y de cambio climático.

También interviene Ottmar Edenhoffer, catedrático de Economía del Cambio Climático en la Universidad Técnica de Berlín y presidente del grupo 3 del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, y el director del único centro de investigación sobre cambio climático que existe en España (el BC3 vasco), Anil Markandya

Fuente: EFE