Un equipo internacional en el que colabora la investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) Juliana Stropp ha certificado la deforestación de 300.000 km2 de la Amazonía brasileña y augura que a este ritmo podría perderse hasta 900.000 más de aquí a 30 años sin haber sido documentados.
Así lo ha asegurado Stropp al alertar de la necesidad de invertir recursos para conocer a fondo la biodiversidad de esta región, “una de las zonas del planeta que más especies alberga y también de las más desconocidas”, con el fin de ayudar en el futuro a su recuperación que, de otra forma, “será imposible”.
El área devastada hasta ahora en la Amazonía es mayor que Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y la Comunidad de Madrid juntas “sin que su diversidad de árboles haya sido documentada mínimamente” y en los próximos años podrían quedar “reducidos a cenizas” entre 250.000 y 900.000 kilómetros cuadrados más.
“Es como si hubiéramos quemado miles de libros para calentar la casa sin que nadie hubiera llegado a leer ninguno”, resume esta investigadora.
La falta de datos de las especies perdidas en la zona es un problema “muy grave” ya que esta información es “imposible de recuperar“ y sin ella los científicos no pueden “planificar buenos programas de restauración o estimar el número de especies presentes en un ecosistema”, ha añadido la profesora Ana Malhado, de la Universidad Federal de Alagoas (UFAL), en el mismo equipo.
El comunicado advierte de que para documentar correctamente los bosques amazónicos, los botánicos deberían multiplicar por seis los esfuerzos que se están haciendo en la actualidad y pone como ejemplo algunos programas exitosos del pasado.
Así, el conocimiento de la flora amazónica se incrementó coincidiendo con proyectos como ‘Flora amazónica’, ‘Flora da Reserva Ducke’ y ‘Flora do Cristalino’, desarrollados sucesivamente en los decenios de los años 1980, 1990 y 2000.
La biodiversidad de los bosques amazónicos, añade, puede ayudar “hoy con la pandemia de la COVID-19 y en el futuro con otras muchas enfermedades”, al ser fuente de nuevos medicamentos pero “las políticas mundiales”, lamentan los expertos del equipo, “no parecen encaminarse a solventar este problema”
Brasil vincula aumento de la deforestación en la Amazonía con el coronavirus
El Gobierno de Brasil ha vinculado el aumento de un 51 % de la deforestación en la Amazonía durante el primer trimestre del año a que «todos los esfuerzos» están ahora centrados en combatir la pandemia del coronavirus.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, quien dirige el Consejo Nacional de la Amazonía, un órgano destinado a preservar la región, explicó este martes en una videoconferencia con el diario Estado de Sao Paulo que los madereros ilegales están “aprovechándose” de la crisis sanitaria para continuar con sus actividades.
La llegada del nuevo coronavirus a Brasil, donde se registró el primer caso el pasado 26 de febrero, ha provocado un descenso en las acciones de fiscalización contra la deforestación, debido a las medidas de aislamiento adoptadas en muchos de los nueve estados de la cuenca amazónica, así como en el resto del país.
La deforestación en la Amazonía brasileña en el primer trimestre de 2020 fue la mayor registrada en los últimos cinco años y aumentó en un 51,4 % con respecto al mismo periodo de 2019.
Según las estimativas publicadas recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), entre enero y marzo de este año la Amazonía brasileña perdió 796,08 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, frente a los 525,63 kilómetros cuadrados desforestados hace un año.
De esta forma, la tendencia de destrucción de la región amazónica sigue al alza, pues ya el año pasado la deforestación creció un 85 % hasta los 9.165,6 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016.
Fuente: EFE Verde
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