Climatarian, climatariana e incluso dieta planetaria son los nombres que recibe esta nueva forma de cuidar nuestra alimentación pensando en el Medio Ambiente.
En 2018, la revista Science publicaba el estudio The global impacts of food production, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Oxford. En él se apuntaba directamente al sector de la alimentación como el causante de entre el 25 y el 30% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. De este cuarto de las emisiones, un 58% corresponde a la generación de productos animales, y a su vez, un 50% de las mismas corresponde con la producción de carne de ternera y cordero.
Cuidar la alimentación puede ser una de las formas más efectivas de combatir el cambio climático a nivel individual y así nos lo han hecho saber diversos estudios. Pero, ¿es esta la dieta del futuro?
Elementos principales de la dieta Climatarian
El objetivo principal de esta corriente es cuidar nuestra alimentación tratando de ser lo más respetuosos posibles con el Medio Ambiente. Para conseguir esta meta, hay varios elementos que, según los expertos tendríamos que tener en cuenta.
Comercio y productos de proximidad
La reducción de nuestra huella de carbono comienza con los desplazamientos. Si consumimos cerca de nuestra casa, reduciremos la contaminación y fomentaremos el comercio local.
En cuanto a los productos, se recomienda evitar aquellos que provengan de regiones o países lejanos, especialmente, si ese producto en concreto también crece y se vende en nuestra zona. De esta forma, está en nuestra mano ahorrar toneladas de gases provenientes de la quema de combustibles fósiles causadas por el transporte de dichos alimentos.
Alimentos de temporada
Otro de los puntos de esta dieta es el consumo de alimentos de temporada, muy en la línea de los conceptos anteriores.
Respetando el ciclo natural de los alimentos, ahorraremos la emisión de gases de efecto invernadero del transporte desde otros países o regiones, pero también de métodos de cultivo que requieren un gran gasto energético al no ser su temporada natural. Esto se puede aplicar tanto a frutas y verduras como al pescado.
Producción ecológica
Está demostrado que la agricultura orgánica, al pretender una mejora del suelo y potenciar la fertilidad, retiene mucho más carbono que la agricultura intensiva. Por tanto, consumir productos de producción ecológica también ayuda a luchar contra el cambio climático, además de contribuir a la sostenibilidad alimentaria y de los ecosistemas.
Pese a que en la gran mayoría de casos, la producción ecológica viene asociada con este tipo de ventajas, hay excepciones que pueden derivar en un mayor impacto ambiental; así como en posibles estafas (cuidado con el greenwashing).
Reducir el consumo de carne
Como hemos señalado anteriormente, la producción de carne y de alimentos de origen animal, implica mucho gasto energético, de agua y de recursos (una gran parte de los cultivos del mundo se dedican a producir pienso para animales). Pese a que hay otras dietas como la vegana y la vegetariana que eliminan el consumo de carne de su alimentación, la climatarian invita a reducirlo y a elegir entre diferentes productos cárnicos.
Por ejemplo, consumir pollo en lugar de ternera puede ayudar a reducir a la mitad nuestra huella de carbono. La producción de ternera utiliza 20 veces más tierra y emite 20 veces más emisiones que el cultivo de judías y habas, por gramo de proteína, y requiere más de 10 veces más recursos que la producción de pollo.
Cuidado también en la cocina
En la dieta climatarian no hay que descuidar tampoco cómo cocinamos los alimentos- o si los cocinamos.
Consumir más alimentos crudos, cocinados en olla exprés o prescindiendo del uso del horno es otra de las recomendaciones de esta dieta que busca repensar cada uno de nuestros comportamientos relacionados con la comida.
Para más información, puedes consultar en profundidad el eBook creado por Oxfam Intermón «Dieta Climatarian, come sin contribuir al cambio climático»
¿Desde cuándo?
El término, desconocido aún para muchos, se dio a conocer a mediados de la década de 2010, cuando el New York Times lo incluyó en su lista de «Nuevas palabras relacionadas con la comida» de 2015. En este artículo, climatarian se definió como «la dieta que tiene como propósito revertir el cambio climático». Sin embargo, en 2009 la revista Audubon ya había publicado un artículo en el que se hacía referencia a este concepto y ya se había hablado largo y tendido sobre la estrecha relación entre la alimentación y el cambio climático.
El año pasado, Fundéu recomendaba el uso del término climariano o climatariano en lugar del anglicismo, sin embargo, esta palabra aún no se encuentra recogida en ningún diccionario en nuestra lengua.
Nuestra forma de alimentarnos, como ya hemos visto, puede ayudar o puede perjudicar a nuestra salud, pero también la de los demás y la del planeta. Problemas como el sobre peso, colesterol o diabetes están muy presentes en nuestras vidas y exigen que llevemos una dieta equilibrada. Pero, ¿seremos capaz de tener en cuenta también el Medio Ambiente en esta ecuación?
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