La compañía ha vuelto a adelantarse a la regulación, como ya pasara con su huella de carbono, y ha diseñado una metodología propia basándose en referencias europeas, según informa mediante comunicado. Bajo este prisma se ha calculado la huella de 2011, para, a lo largo del primer semestre, tener disponible la evolución entre 2011 y 2014, con el fin de poder empezar a comparar negocios e instalaciones, identificar puntos de mejora ambiental y analizar tendencias.
Esto ayudará a la gestión global de todos los negocios desde el punto de vista medioambiental, cuantificando los aspectos ambientales generados en el ciclo de vida de sus actividades y valorando la afección que causan sobre el medio receptor (atmosfera, agua o suelo, entre otros).
Para crear la herramienta se han utilizado los referentes internacionales existentes más importantes, entre los que destacan las recientes guías desarrolladas por la Unión Europea para el cálculo de la Huella Ambiental de organizaciones y productos.
El alcance de la Huella Ambiental de Endesa incluye el negocio de generación térmica e hidráulica y los negocios de distribución eléctrica, minería, terminales portuarias y oficinas en el ámbito de España, Portugal y Marruecos. El valor de la huella ambiental de cada instalación o de cada negocio es la suma de sus sub huellas. La suma de las sub huellas de todos los negocios considerados da como resultado la Huella Ambiental de Endesa.
El enfoque metodológico para el cálculo de este indicador está basado en el análisis del ciclo de vida, lo que significa que, no solamente se cuantifican los aspectos ambientales directos generados por las actividades de Endesa, sino que también se cuantifican los aspectos ambientales indirectos, aspectos que no siendo generados en fuentes pertenecientes o controladas por la organización, son consecuencia de sus actividades.
Esta huella fue presentada en el pasado CONAMA, dejamos aquí la presentación sobre su metodología
Fuentes: Corresponsables y http://www.conama.org/
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