El buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, perteneciente al Ministerio de Economía y Competitividad zarpará el próximo lunes desde el puerto de Vigo (Pontevedra) para estudiar los fondos marinos de la costa de Portugal y del Golfo de Cádiz en el marco de la Campaña de investigación MOWER.
En concreto, la campaña marina investigará los cambios en la circulación marina en el pasado y permitirá establecer un modelo que ayude a pronosticar los cambios que sufrirán los fondos atlánticos de la Península Ibérica en el futuro. De este modo, se prevé llegar a un nuevo conocimiento de los fondos marinos que rodean la franja atlántica de la Península.
Según ha informado el Instituto Geológico y Minero de España, MOWER tiene un carácter multidisciplinar y tendrá una duración aproximada de un mes y medio. Su objetivo principal es identificar y estudiar los fondos marinos en Golfo de Cádiz y del oeste de Portugal como los rasgos erosivos y los depósitos sedimentarios generados por las masas de agua (en especial el flujo de aguas del Mediterráneo en el Atlántico denominado Mediterranean Outflow Water o MOW). Para ello, se registrarán imágenes de los fondos y se extraerán muestras de sedimento.
La campaña está codirigida por los doctores Javier Hernández, de la Royal Holloway University of London (Reino Unido); Gemma Ercilla, del CMIMA-CSIC y David Casas, del IGME e involucra en sus diferentes fases a unos 40 investigadores de grupos de investigación nacionales e internacionales. En la campaña participan investigadores de España, Portugal, Reino Unido, Italia, Francia, Marruecos y Alemania.
Según explica el IGME, esta expedición releva a la campaña IOPD 339 en la que también participó este instituto entre noviembre de 2011 y enero de 2012 a bordo del Joides Resolution –uno de los mejores buques perforadores del mundo–.
Entonces se perforó 5,5 kilómetros de profundidad en siete puntos localizados frente a las costas de Andalucía y Portugal y obtuvo el mayor registro continuo de sedimentos hasta la fecha que está permitiendo estudiar los cambios climáticos de los últimos 6 millones de años, así como el pulso tectónico existente en el Estrecho.
Los datos obtenidos en MOWER examinarán la hipótesis de la relación entre la evolución en el pasado de procesos oceanográficos y los rasgos erosivos así como los importantes depósitos arenosos existentes en el área de estudio.
Según el organismo, descifrar los cambios en la circulación submarina en el pasado permitirá establecer un modelo que permita pronosticar los cambios que sufrirán los fondos atlánticos de Iberia en el futuro.
Explicar el origen, hasta el momento desconocido, de las extensas y frecuentes capas arenosas descubiertas en el área de estudio tiene además importantes implicaciones medioambientales, ya que ayudaría a entender los hábitats profundos que sustentan. Por tanto, el IGME destaca que los resultados previsibles permitirán un nuevo conocimiento de los fondos marinos que rodean la franja Atlántica de Iberia.
Fuente: Ecoticias
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