La polémica reventó hace algo más de un año. El Ayuntamiento del municipio gaditano de Tarifa aprobó con los votos de PP, PSOE y PA el plan parcial de Valdevaqueros, que contemplaba la posibilidad de construir en el entorno de esta playa salvaje 1.400 plazas hoteleras y 350 viviendas. El anuncio despertó una enorme reacción contraria al proyecto, fundamentalmente en las redes sociales. A las pocas semanas, el recién nombrado consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, anunció que la Junta revisaría el urbanismo del litoral andaluz para detectar situaciones como las de Valdevaqueros, en el que el principal sostén del proyecto era un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de los noventa.
Los técnicos de la consejería han trabajado a contrarreloj en los últimos seis meses para rematar el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, que previsiblemente saldrá a información pública el 29 de julio. Según refleja la memoria de ordenación de este documento, se impedirá la construcción de 43.533 viviendas que estaban previstas en el planeamiento de los Ayuntamientos costeros. Con esta medida se reducirá aproximadamente un 25% el número de casas que podrán construirse en los primeros 500 metros de la costa andaluza. Es decir, se pasará de las 187.000 previstas antes del plan a las 143.000. Además, cuando la norma esté definitivamente aprobada el 55% de la superficie de la primera franja del litoral estará protegida en la comunidad, un 86% si se excluyen «los ámbitos urbanos».
El plan también recoge la prohibición expresa de construir en Valdevaqueros. El departamento de Planas ha incluido este paraje de 741.350 metros cuadrados de superficie en la categoría más restrictiva: zonas litorales de protección territorial 1. Esto implica, según el plan, que queda prohibido levantar «viviendas o cualquier otro tipo de construcciones, edificaciones o instalaciones, excepto las vinculadas directamente a la conservación y al mantenimiento de los valores naturales o a las actividades recreativas o educativas vinculadas a los mismos». También veta «cualquier actuación que pueda alterar las condiciones paisajísticas» o que «pueda inducir riesgos graves de erosión». Los «movimientos de tierra que alteren el perfil del terreno» y «los cultivos intensivos en invernaderos» también quedan prohibidos para las áreas que, al igual que Valdevaqueros, sean declaradas zonas de protección 1.
Lo que sí se permite es la «rehabilitación y adecuación» de las edificaciones ya existentes que tengan regularizada su situación y que se destinen a «establecimientos hoteleros o complejos turísticos rurales».
Cuando saltó la polémica de Valdevaqueros, en la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente surgió la duda de si en este caso se había llegado demasiado tarde. El plan parcial de este sector estaba contemplado en el PGOU y, lo que es más importante, había sido aprobado por el pleno del Ayuntamiento. Es decir, en la denominación oficial había pasado de ser un Suelo Urbano Sectorizado (SUS) a un Suelo Urbano Ordenado (SUO), lo que dificultaba su paralización.
El grueso del plan del litoral afecta a los sectores de costa que no están ordenados, es decir, que no han alcanzado aún la categoría de SUO. Pero la consejería ha introducido excepciones de áreas en las que los Consistorios ya habían llegado hasta ese punto. En Tarifa hay dos casos: Valdevaqueros y el de paraje colindante de Los Lances, cuyo plan parcial fue aprobado en 2003. Esta misma decisión se ha tomado en tres municipios de Almería: dos sectores de Pulpí, otro de Cuevas de Almanzora y otro par de Carboneras. En este último caso, está incluido el paraje del Algarrobico, donde la consejería ha querido reforzar la protección a pesar de que ya está reconocido como parte del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. En total, en estos siete sectores se bloquea la construcción de 4.706 viviendas previstas en 277 hectáreas. Otras tres áreas SUO del municipio malagueño de Torrox han sido también parcialmente protegidas. En estos casos, la consejería asume que tendrá que compensar económicamente a los promotores.
La mayoría de estos sectores están dentro de la categoría más restrictiva del plan, las zonas litorales de protección territorial 1, en las que se contemplan las mismas prohibiciones que para Valdevaqueros. Además, la consejería obliga a los Ayuntamientos a que clasifiquen estas áreas como «suelo no urbanizable de especial protección». La inclusión de estos sectores dentro de la categoría 1 se justifica por ser «suelos con valores naturales y paisajísticos de interés colindantes con el dominio público marítimo terrestre o con zonas litorales de protección ambiental», señala el plan. También se justifica en el caso de «suelos que permiten la conexión de la costa con los espacios naturales protegidos del interior».
La mayoría de los sectores que el plan del litoral protege se incluyen en la categoría denominada «zonas litorales de protección territorial 2». En este caso, las áreas afectadas se clasificarán como «suelo no urbanizable de especial protección» o «sistema de espacios libres». En las zonas de protección 2 también se prohíbe «la construcción de viviendas, industrias o cualquier otro tipo de construcciones e instalaciones». Sin embargo, se permiten las relacionadas con las explotaciones agrícolas, «las instalaciones recreativas, deportivas al aire libre o de ocio, los camping, los establecimientos hoteleros o complejos turísticos rurales». En ese caso, la norma establece que «las edificaciones permitidas deberán tener como máximo dos plantas (baja + 1) y adecuarse a la tipología del lugar».
La consejería también permitirá que «excepcionalmente» los instrumentos «de planeamiento general» puedan «incorporar al proceso urbanístico» los suelos que reúnan unas características concretas. Por ejemplo: «satisfacer la demanda de crecimiento de los núcleos ubicados» en la zona cuando no sea posible hacerlo fuera de los primeros 500 metros de costa. Además, también se permitirá para «resolver la ordenación de las zonas de contacto entre el suelo urbanizable y el suelo no urbanizable protegido por este plan».
Cuando se comenzó a elaborar el plan del litoral, se decretó una paralización cautelar del desarrollo urbanístico en los 500 metros de costa. Esta medida se levantará el 29 de julio, excepto para las 43.533 viviendas que han resultado afectadas. La previsión es que el plan esté definitivamente aprobado en marzo de 2014.
Fuente: El País
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