El Parlamento Europeo quiere elevar la ambición de la Unión Europea de reducción de emisiones de CO2 desde el 40 por ciento comprometido actualmente para 2050 hasta el 50 o el 55 por ciento y que, además, impulse que en la XXV Cumbre del Clima, que se celebrará en diciembre en Chile, el resto de países se sumen a elevar esta misma ambición.
El eurodiputado socialista Nicolás González ha explicado en un encuentro con periodistas de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) la propuesta que trata de lograr el Parlamento Europeo para aumentar los compromisos de la comunidad internacional para luchar contra el cambio climático y ha señalado que la Eurocámara ha alertado de la diferencia entre los compromisos reales firmados en los planes nacionales de reducción de emisiones y los objetivos globales del Acuerdo del Clima de París.
González ha añadido además que el Parlamento Europeo en su propuesta subraya que implantar un adecuado Fondo de Transición Justa será «fundamental» para alcanzar el éxito en la lucha contra la emergencia climática porque a su juicio se podría correr el riesgo de que se cree un «descontento social» si las repercusiones de actuar contra el cambio climático afectan a la sociedad a nivel laboral o económico.
En todo caso, ha mostrado la voluntad de la Unión Europea en su conjunto, y desde los grandes grupos parlamentarios europeos, de que Europa sea el verdadero líder de la lucha contra el cambio climático. Ahora la dinámica de discusión ya no es alcanzar un 40 por ciento de reducción de CO2 sino alcanzar entre el 50 y el 55 por ciento en 2050 y, para ello, el Parlamento ha elaborado ya dos borradores «bastante ambiciosos» que apuestan por aumentar las renovables, reducir las emisiones, impulsar las nuevas tecnologías e implantar con una adecuada dotación de 100.000 millones de dólares anuales del Fondo de transición. «Europa va a estar en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.
Queremos los socialistas y demócratas avanzar más y con una transición justa que se defina en un European Green Deal», ha manifestado González, que en el marco de un ambiente distendido ha bromeado sobre la posición del Parlamento Europeo a la que ha definido como «tan avanzada que casi asusta», ya que admite que en esta determinación para limitar el calentamiento global se dan paso hacia adelante y hay que ser conscientes de que «a veces se pisa algún callo».
MÁS RENOVABLES
Además de elevar la reducción de emisiones de CO2 hasta el 50 o el 55 por ciento –una cifra que varía entre las posiciones más avanzadas y más conservadoras dentro de la Eurocámara que aún está por dirimir– el eurodiputado ha añadido que la propuesta pasa también por elevar el objetivo de renovables de aquí a 2050, ya que el 32,5 por ciento actual estaba pensado para llegar al compromiso actual de reducir un 40 por ciento las emisiones de CO2, por lo que al aumentar el objetivo también habrá de aumentar el esfuerzo en renovables.
En todo caso, más allá de las discusiones por los pequeños decimales de una ambición elevada, ha insistido en que en su opinión lo importante es que los acuerdos alcanzados se cumplan, pues de nada serviría elevar el compromiso si no se consigue el reto, algo que llevaría a una «frustración». «Europa va con ganas de comprometerse a la COP-25 y, aunque es posible que nos demos un batacazo, confiamos en una señal de compromiso real de China y de otros países en desarrollo», ha manifestado el parlamentario que, en cuestiones sociales, ha añadido que Europa impulsará un reconocimiento de la voluntad y la movilización social observada en el último año e intentará que en las resoluciones se tenga en cuenta la realidad de los ‘desplazados climáticos’, algo que no se incluyó finalmente en el Acuerdo del Clima de París.
De acuerdo con el borrador del Parlamento Europeo facilitado por González a Europa Press, quieren pedir que a la Presidencia de la Unión y a la Comisión Europea que «cuanto antes» presente ante la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU una estrategia de largo plazo de la UE para alcanzar cero emisiones netas en 2050 en el territorio de los Estados Miembro.
Para ello, cree que la manera más «rentable» y que permite evitar la dependencia de tecnologías de eliminación de carbono que puedan plantear riesgos significativos para los ecosistemas, la biodiversidad y la seguridad alimentaria, debe aumentarse el nivel de ambición para 2030 y aumentar el nivel de ambición de las contribuciones nacionales de la UE en todos los sectores y que otras economías mundiales actualicen sus contribuciones para lograr un «impacto a escala mundial».
Finalmente, la Eurocámara subraya que ve con «preocupación» los «escasos avances» alcanzados en algunas cuestiones y pide a la Comisión y a los Estados miembro que aboguen por normas internacionales «estrictas y sólidas» para evitar lagunas de contabilidad o el doble cómputo de las reducciones de emisiones.
Fuente: La Vanguardia
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