El incendio declarado el pasado viernes al mediodía en el municipio mallorquín de Andratx, en la zona turística conocida como Sa Coma, empezó a estabilizarse a lo largo de la jornada de ayer en la zona entre Andratx y La Trapa, si bien en la madrugada de hoy lunes no puede darse aún por controlado.
En las últimas 24 horas, el frente situado entre Estellencs y Galatzó es el que está concentrando los mayores esfuerzos. Los medios aéreos desplazados hasta la zona han vuelto a ponerse en marcha esta mañana.
De hecho, en la madrugada del sábado al domingo fueron desalojadas de sus viviendas de manera preventiva unas 700 personas, la mayoría de ellas residentes en la localidad costera de Estellencs. Y luego, a primera hora de la tarde, fueron 83 turistas y 12 trabajadores de la finca pública de Galatzó quienes tuvieron que ser desalojados preventivamente, a causa del avance del fuego hacia dicha zona por un cambio en la dirección del viento.
Se calcula que unas 2.000 hectáreas de terreno se han visto ya afectadas por las llamas, en el peor suceso de estas características ocurrido en los últimos veinte años en Mallorca. Este incendio está suponiendo, además, la destrucción de parte de la Sierra de Tramuntana, que hace dos años fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La mayoría de vecinos de Estellencs se marcharon en sus propios vehículos y se instalaron en casas de familiares o amigos, o en el pabellón deportivo del municipio de Esporles, en donde inicialmente fueron acogidas 118 personas. Los vecinos que no disponían de vehículo propio fueron transportados en autocares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Cruz Roja. Por ahora, aún no se sabe cuándo podrán volver a sus casas estas personas.
En las tareas de extinción estaban participando ayer más de 400 personas y 28 medios aéreos. Además, estaba previsto que por la noche llegasen 144 efectivos más procedentes de la UME. Nunca en la historia de la Comunidad se habían movilizado tantos recursos en una situación de emergencia. El Gobierno balear ha recibido ya la ayuda de efectivos militares y de material tanto desde Valencia como desde Zaragoza.
Al parecer, el origen de las llamas cabe atribuirlo a la imprudencia de un hombre de 42 años, que quemaba rastrojos en la zona. La Guardia Civil interrogó ya a esta persona, que ha sido imputada por su actuación.
Mallorca ha vivido este pasado fin de semana las temperaturas más altas de todo el año, con máximas en torno a los 40 grados, circunstancia que unida al viento reinante ha dificultado de manera especial los trabajos para sofocar el fuego.
Fuente: ABC
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