El Gobierno ha presentado la hoja de ruta para restaurar ecosistemas dañados y consolidar una red de zonas naturales y semi-naturales terrestres y marinas conectadas en todo el territorio para 2050, y que propicie una biodiversidad sana y resiliente a los impactos del cambio climático.
Tras años de deterioro y fragmentación de espacios naturales, fruto de décadas de alteraciones por un desarrollo insostenible, el Consejo de Ministros prevé aprobar mañana la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, un plan que además favorecerá el empleo verde en las próximas décadas.
Dicha red pretende conectar espacios naturales para prevenir el aislamiento genético de las especies de fauna y flora y facilitar las migraciones, según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, que explican que dicha estrategia es una pieza básica de la economía española hacia un modelo sostenible e inclusivo.
En la actualidad no se dispone de un diagnóstico global de la conexión en el territorio español, aunque sí, que la fragmentación es más elevados a lo largo de la costa y en el nordeste peninsular.
Las misma fuentes destacan que esta plan verde se prevé “clave” para buscar soluciones basadas en la naturaleza y para recuperar la biodiversidad en España, donde sólo el 9 por ciento del hábitat y el 21 por ciento de las especies se encuentran en buen estado de conservación.
El proyecto presentado hoy incorpora 8 grandes líneas de actuación -acompañadas de una guía para la determinación de la infraestructura verde en España-, entre las que destaca “identificar y delimitar espacialmente dicha red a diferentes escalas”.
El plan deberá contar con elementos que destaquen por el valor de su biodiversidad, por sus altos servicios ecosistémicos, o por su carácter como conector ecológico de relevancia, y asimismo podrán existir elementos a restaurar por su potencial valioso para formar parte de esta red aunque, se encuentren degradados.
Infraestructura verde
La infraestructura verde, un concepto acuñado por la Comisión Europea en 2013, ofrece múltiples funciones en un mismo ámbito territorial tanto de tipo ambiental (conservación de la biodiversidad), social (mejora del medio rural), económicas (creación de empleo ) o políticas (desarrollo regional o gestión del riesgo de catástrofes ) entre otras.
En la actualidad, el 30 por ciento del territorio de la Unión Europea presenta un grado de fragmentación entre moderado y alto debido a que cada año se ocupan más de 1.000 km² de territorio para la construcción de viviendas, usos industriales, carreteras o fines recreativos, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
A pesar de que España comparte esta tendencia, y sufre un proceso continuado de fragmentación de ecosistemas desde hace décadas, es uno de los Estados de la Unión Europea (UE) en los que es posible encontrar mayores y más numerosas extensiones de territorio en un estado natural o seminatural.
Estas metas estratégicas se ejecutarán a través de 50 líneas de actuación que se llevarán a cabo mediante acciones concretas en las que el Estado desarrollará sus acciones mediante Programas de Trabajo trienales y que deberán ser replicadas por las Comunidades Autónomas en el desarrollo de sus respectivas estrategias autonómicas.
Fuente: EFEverde
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