El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se comprometió este miércoles en el Pleno del Congreso a estudiar la propuesta del PNV de crear un Fondo Verde con el que invertir en proyectos sostenibles y generar así nuevos puestos de trabajo en estos sectores, si bien ha abogado por que la «filosofía» de lo sostenible «impregne» todas las políticas del Gobierno.
Así se ha pronunciado el ministro en una interpelación planteada por la diputada vasca Arantza Tapias, quien ha propuesto la creación de un Fondo Verde que, con aportaciones públicas y privadas, sirva para financiar nuevos proyectos de economía sostenible «medioambiental y socialmente» y para traspasar tecnologías de I+D+i a la industria.
«Estoy absolutamente abierto a analizar este tipo de iniciativas y la posibilidad de considerar la posible aplicación de un Fondo Verde de esta naturaleza. Soy de los que considera que la sostenibilidad es un valor a medio y largo plazo, y también plantea importantes posibilidades de creación de negocio a corto plazo», ha afirmado.
A renglón seguido, ha matizado no obstante que, a su juicio, «es fundamental que la sostenibilidad medioambiental, lo verde, impregne absolutamente todo y vaya más allá de un fondo» y que este asunto «debe ser una filosofía más que un fondo específico», si bien ha reconocido que «experiencias de ese tipo son interesantes y se pueden analizar conjuntamente» y que el Gobierno está «abierto a analizar las propuestas y los ejemplos de otros países» ya que está «convencido de que tanto a corto como a medio plazo el retorno de este tipo de ayudas en I+D+i acaba redundando en beneficios para la economía».
Problemas en el ámbito español
Guindos defiende asimismo que el Gobierno ya está «comprometido» con la «economía sostenible y el crecimiento responsable», lo que se plasma en iniciativas como la creación de la Agencia Estatal de Investigación, que estará «perfectamente definida en los próximos meses»; y en la creación del Consejo de Política Científica, Tecnológica e Innovación que coordinará las acciones estatales y autonómicas en este ámbito, dando cumplimiento además a la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Tras mencionar varios programas en marcha para potenciar las inversiones en este sector o para introducir incentivos fiscales a la innovación, De Guindos ha subrayado que estos asuntos no dependen sólo de Economía, sino que también se trabaja desde los ministerios de Industria y Agricultura.
Sin embargo, también ha señalado que existen determinados problemas a los que hay que hacer frente, como el «escaso peso en el I+D+i del sector privado«, que debe triplicar sus inversiones de aquí a 2020 para cumplir los objetivos europeos de destinar el 3% del PIB a este ámbito; o el «elevado peso en las ayudas de las subvenciones nominativas», que ha abogado por eliminar y sustituir por «instrumentos alternativos de financiación de pymes», entre otras medidas.
«Hay que pasar de la cultura de la subvención a la cultura de la medición de resultados porque, salvo notables excepciones, la economía española ha mostrado tradicionalmente una escasa capacidad innovadora, sobre todo comparando con países del entorno», ha apuntado. En este sentido, ha abogado por un aumento de las empresas orientadas a la producción de bienes y servicios de alto contenido tecnológico y a una mayor «conexión» entre la universidad y las empresas.
Más coordinación
Además, cree que hace falta más coordinación entre administraciones públicas y una mayor participación en los programas europeos. También es necesario «valorar con suficiente proximidad y exactitud los resultados» de las subvenciones porque «no se trata de gastar por gastar sino de gastar especialmente en lo más útil». La vara de medir será, según De Guindos, «la presencia de productos de alto valor tecnológico en la estructura productiva«.
«La situación actual de dificultades de financiación y de restricciones presupuestarias plantea la necesidad de que todos analicemos las cosas más importantes que hay que hacer y que podemos hacer con menos recursos de forma más adecuada. Y ahí se abre una oportunidad. La presencia de la Secretaría de Estado de I+D+i en el Ministerio de Economía manda el mensaje claro de que el I+D no puede quedar aislado en una torre de marfil sino que debe impregnar la economía española y la capacidad de exportación y crecimiento a medio plazo», ha insistido.
Puente entre presente y futuro
Por su parte, la diputada del PNV Arantza Tapia ha defendido que «la respuesta europea a la crisis no puede ser exclusivamente ajustes y reformas estructurales» sino que «resulta imprescindible crear empleo de calidad y crecimiento», sustentado en «pilares de sostenibilidad ambiental y social».
En este sentido, ha apuntado que «invertir en economía verde ayuda a construir puentes entre el presente, creando empleo y crecimiento, y el futuro, sentando las bases de una Europa próspera y comprometido con el medio ambiente».
Por eso, es necesario buscar alternativas de financiación para este tipo de proyectos, que sortee las dificultades actuales por la crisis económica, e introducir «políticas de intervención» para «impulsar ese cambio hacia un modelo distinto, hacia una economía con más diversidad de oportunidades económicas y sociales basada en principios medioambientales«.
Tapia ha hecho hincapié en que para ello hace falta una mayor colaboración público-privada, como ya existen en iniciativas puestas en marcha en lugares como Londres o Pittsburgh (Estados Unidos), así como medidas en materia de regulación, incentivos o acuerdos internacionales.
«Debe existir un fondo específico para impulsar (esta nueva economía), porque las actuaciones al final suelen requerir de recursos. Actuaciones sí, pero con recursos», ha concluido la nacionalista vasca.
Fuente: http://www.ecoticias.com
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