Dijo que lo haría antes de finalizar el año y ha cumplido su palabra. La ministra Teresa Ribera ha dado alas al autoconsumo con la derogación del ‘impuesto al sol’ en el Consejo de Ministros de este viernes.
«Por fin este país se libra del gran absurdo del que se han mofado la mayor parte de los observadores internacionales». Con estas palabras de «particular satisfacción» ponía Ribera punto y final al popularmente llamado ‘impuesto al sol’, un cargo que estableció el Gobierno del Partido Popular en octubre de 2015 según el cual aquellas personas con instalaciones renovables para el autoconsumo debían pagar una cuantía por la energía generada y consumida en su propia instalación para contribuir al mantenimiento del sistema eléctrico.
Además, la nueva regulación impulsada por el Ejecutivo incluye la simplicación de los trámites burocráticos y técnicos requeridos, como es el caso de la inscripción en el registro administrativo de instalaciones de producción de energía eléctrica para aquellas instalaciones no superiores a 100 kilovatios, así como el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores ya que, según la ministra, el 65 % de los españoles vive en régimen de covecindad.
«Hasta ahora la normativa te permitía una división de la cubierta, lo que se prevé ahora que se facilite es que tengas toda la cubierta llena de placas y compartir con los vecinos, que cada uno pueda consumir esas energías. Si no están los vecinos, tu consumirás el total, y si están lo consumiréis entre todos», explicó a este medio el experto en energía, Jorge Morales de Labra, quien agrega que si no tienes sitio en tu casa para las placas podrás ponerlas «en el colegio de enfrente» u otro lugar.
En España, según Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDEA), la potencia eléctrica registrada en instalaciones de autoconsumo asciende a 1.196 MW, de los cuales 170 MW corresponden a instalaciones de fuentes de energía renovables. «Como dato significativo del retraso que España lleva en esta materia, pensemos que un país tan rico en sol como es España cuenta con mil instalaciones frente a las más de un millón con las que cuenta Alemani», concluyó Teresa Ribera.
El Decreto también incluye la eliminación de trabas burocráticas que han dificultado la presencia de una mayor movilidad eléctrica y medidas para fomentar la generación eléctrica a partir de fuentes renovables como una prórroga para para los permisos de acceso y conexión otorgados con anterioridad a la aprobación Ley 24/2013, en cuya ausencia caducarían el próximo 31 de diciembre de 2018.
Beneficios para el consumidor
Según IDEA, el autoconsumo contribuye a reducir la subida del precio de la luz en el mercado mayorista diario al disminuir la demanda (si aumenta el autoconsumo se reducirá la compra en el pool) y aumentar la oferta (si hay excedentes en la energía autoproducida se producirá un aumento de la energía). Además, la producción de energía vía renovables es más barata que hacerlo a partir de fuentes fósiles lo que puede provocar un abaratamiento generalizado.
Pero también en el día a día, el autoconsumo es más rentable para las familias. Según Jorge Morales de Labra, para una familia media, el autoconsumo supondría un ahorro de 40 euros al mes en una factura de 70, es decir, la producción y consumo propias reduce la factura de la luz en un 60 %, aunque advierte esta cifra variará según el tipo de consumo.
La inversión inicial para una familia media sería de alrededor de 5.200 euros, lo que supone unos 10 paneles que ocuparían unos 20 metros cuadrados de superficie, con lo que conseguirían producir la misma energía que uno consume, en términos anuales, porque en verano se producirá más y en invierno menos.
Fuente: El Periódico
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