En España, los residuos sólidos urbanos (RSU) ascendieron a 24.049.826 toneladas en 2008, según las últimas estadísticas del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM) y aunque han descendido un 2,2% respecto a 2007, sitúan la media española en 575 kilos por habitante y año, frente a los 524 kilos que ronda la media de la Unión Europea.
«Desde 2003, el Eurostat [oficina estadística de la UE] refleja una pequeña inflexión, una tendencia a la estabilización en nuestro país a pesar de los años de crecimiento económico», expone Luis Jiménez Herrero, director del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), que refleja en el capítulo de tratamiento de residuos del informe Sostenibilidad en España 2010. Las cifras del MARM dibujan un panorama más pesimista, con descensos solo a partir de 2008, coincidiendo con la crisis.
Los cálculos de Eurostat difieren de los del MARM y de los del INE, que hace los suyos desde 1998. «Es necesaria la homogeneización de la información estadística», demanda Jiménez Herrero. Sin ella resulta imposible evaluar la situación real, comparar los datos y saber lo cerca o lo lejos que están los objetivos del Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR) 2008-2015 en cuanto a reducción de basuras en las ciudades.
En 2008, el 67% de nuestros desperdicios terminaron en vertedero (el PNIR marca que esa cifra debía ser del 30% al 38% para 2009), que, a pesar de llevar los dos últimos años bajando, entre 1996 y 2008 creció en España un 10%, mientras que en la UE descendía un 28%. Resumiendo: 327 kilos por habitante y año, el octavo país europeo que más desaprovechó según Eurostat.
La fracción orgánica, con los que se hace compost, apenas se recoge selectivamente en España (con excepciones como Cataluña y ciudades como Barcelona y sus cubos marrones). El anteproyecto de la nueva ley de residuos no impone esta exigencia a los municipios. Así que la bolsa va, en la mayoría de los casos, a la fracción resto, que tendrá un destino y tratamiento según el municipio y la Comunidad autónoma.
Puede pasar por planta de triaje y compostaje, donde se cribará y seleccionará su materia orgánica para transformarla en un compost de peor calidad y usos más restringidos que si se hubiera separado en origen, según recuerdan los expertos. En 2005 había 59 de estas plantas en España, que se tragaron casi 6,5 millones de toneladas de residuos; en 2006 rozaron los 7 millones; un año después los habían superado; en 2008 rebasaron los 8 millones, en 66 instalaciones (principalmente en Andalucía) que, apenas aprovecharon un cuarto del material entrante. Otros 15 centros (sobre todo en Castilla y León y Cataluña) incluyen biometanización (biogás a partir de materia orgánica) antes del compostaje y recuperan el 34,5%.
En 2008 se incineraron en España 2.057.017 toneladas de RSU (el 8,5% del total) en 10 instalaciones en Cataluña (28,4%), Galicia (22,3%), Islas Baleares (15,4%) y Comunidad de Madrid (15,2%).La también llamada valorización energética fue ese año el tercer tratamiento más utilizado, por detrás del vertedero y del compostaje procedente de la recuperación de orgánico de la basura mezclada.
Dieciséis millones de toneladas de RSU fueron rechazos (material sin tratamiento) en 2008 y acabaron en 149 vertederos, de los que solo 63 tuvieron la capacidad de utilizar su metano para producir energía eléctrica, según recoge el informe del OSE. Más aún, en 2007 todavía quedaban 43 basureros ilegales activos y unos 200 inactivos sin clausurar, según los últimos datos disponibles en el PNIR.
Las tasas de recogida y reciclaje del vidrio, del papel y cartón mantuvieron la tendencia ascendente de años anteriores. De acuerdo con los objetivos marcados para el año 2008 en la Directiva 2004/12/CE relativa a los envases y sus residuos, el papel-cartón (74,9% en el año 2008 según Aspapel) y vidrio (60,3% en el año 2008 según Ecovidrio) alcanzaron los objetivos mínimos de reciclaje (60%). En cambio, según los datos aportados por Ciclopast y recogidos en la Memoria anual 2009 del MARM, la tasa de reciclaje del plástico (20% en el año 2008) no superó los objetivos mínimos exigidos para 2008 por la Directiva de envases (22,5% en 2008). Este último dato difiere del dato aportado por Ecoembes, el cual solo hace referencia a los materiales adheridos a su SIG (38,4% en 2008), según el cual sí se cumpliría con la Directiva 2004/12/CE. Según los datos de esta empresa, tanto para el total valorizado, como para el total reciclado se superaron los objetivos exigidos en la mencionada Directiva, con un 67% y 62%, respectivamente en el año 2008.
En este sentido cabe destacar que las administraciones públicas disponen de datos insuficientes como para realizar una valoración independiente de los datos provenientes de las empresas. La última caracterización de residuos urbanos se realizó en 1999 y actualmente se está en proceso de realización de un plan piloto de caracterización de residuos urbanos de origen domiciliario.
Fuentes: www.elpais.com, http://www.sostenibilidad-es.org, www.marm.es
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