Los últimos grandes animales que pueblan la Tierra tienen una función esencial en el reciclaje de los nutrientes de las profundidades del océano, extendiéndolos a lo largo y ancho de todo el mundo, y llevándolos hacia el interior profundo del planeta.
Un nuevo estudio, liderado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) en colaboración con diversas instituciones estadounidenses y europeas, explica cómo el enorme descenso de sus poblaciones, junto con la extinción de la mayoría de los grandes mamíferos, han obstaculizado este eficiente sistema de reciclaje de nutrientes, especialmente en el caso del fósforo. El artículo se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
“El fósforo es un elemento clave en los fertilizantes. El suministro de fosfato de fácil acceso puede agotarse en tan solo 50 años. La restauración de las poblaciones de animales podría ayudar a reciclar el fósforo del mar a la tierra, aumentando la existencia mundial de fósforo disponible en el futuro», asegura Joe Romano, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Vermont (EE UU).
Los científicos calculan que la capacidad para el transporte de nutrientes de las ballenas y la megafauna terrestre en todo el mundo se ha reducido a tan solo un 6% de su capacidad global anterior.
La investigación explica que algunas ballenas y otros mamíferos marinos se alimentan en aguas ricas en nutrientes a profundidades de unos 100 metros y llegan a la superficie del mar para defecar y orinar, liberando nutrientes vitales como el fósforo.
“Los esfuerzos para proteger a las ballenas y las focas de la caza en las últimas décadas han tenido algunos buenos resultados. A pesar de que todavía hay un largo camino por recorrer en su restauración, los proyectos de conservación globales encaminados a restablecer estas vías de nutrientes, de los océanos a los ríos y a la tierra, cosecharán beneficios para la vida silvestre y la población», asegura Romano.
Cómo transportar nutrientes
Los investigadores utilizaron un modelo matemático, similar al utilizado por los físicos para calcular la difusión del calor, para estimar cómo y cuánto son ahora capaces los animales de transportar los nutrientes lejos de una fuente concentrada.
Anteriormente, las ballenas y otros mamíferos marinos transportaban un total de alrededor de 340 millones de kg de fósforo al año desde las profundidades a la superficie, pero ahora solo mueven 75 millones de kg de fósforo (alrededor de un 23% de su capacidad anterior), según las cifras del trabajo publicado.
También utilizaron datos sobre aves marinas del pasado y las poblaciones de peces anádromos (que nadan en el mar y en los ríos) que se alimentan en el mar y luego liberan los nutrientes cuando defecan o sus cuerpos se descomponen.
Los investigadores calculan que en el pasado, las aves marinas y las poblaciones de peces podrían haber transferido alrededor de 150 millones de kg de fósforo al año del mar a la tierra. Estiman además que los peces tuvieron un papel principal, trasportando de media 140 millones de kg al año. En la actualidad, esta transferencia de los nutrientes se ha reducido en más de un 90%.
“Antes no se creía que los animales desempeñaran un papel importante en el movimiento de nutrientes. Aquí demostramos que en el pasado, es probable que hayan desempeñado un papel clave en mantener fértil el planeta. Las extinciones y reducciones de población, sin embargo, han reducido este papel a menos del 10% de lo que una vez fue”, puntualiza el autor principal de la investigación, Christopher Doughty, del Instituto de Cambio Ambiental en la Escuela de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford.
Fuente: http://www.agenciasinc.es/
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