Un estudio revela que, en los modelos de mayor tamaño, resultan más baratos que un vehículo de gasolina o diésel. Así ocurre, por ejemplo, en España. Y al contrario si es un utilitario.
Considerando que la mejora de las baterías y su autonomía avanza, pero no tan rápido como sería deseable; y que, en íntima relación con ello, la red de recarga para los coches eléctricos es claramente insuficiente, los fabricantes insisten en que el cliente eche cuentas porque la operación, aunque a priori puede ser más onerosa, a la larga le resultará más rentable que optar por un modelo de combustión.
Ahora, una de las grandes líderes mundiales del renting, Lease Plan, les viene a dar la razón en su informe Car Cost Index 2021. Se trata de la sexta entrega de un informe en el que se analiza el llamado TCO por sus siglas en inglés. O Coste Total de Propiedad y uso de un automóvil en español. Es decir, el desembolso mes a mes teniendo en cuenta lo que paga por el vehículo; su depreciación; el gasto en energía o combustible; la fiscalidad; el seguro y las operaciones de mantenimiento.
Datos de 22 mercados
De hecho, el estudio señala que «los vehículos eléctricos (VE) nunca habían sido tan asequibles en Europa» y que «son competitivos en costes» respecto a los coches térmicos en la mayoría de países, incluida España.
El trabajo ofrece datos de 22 mercados, considera desde utilitarios a berlinas medias y prorratea los gastos para un periodo de cuatro años, suponiendo un kilometraje anual de 30.000 kilómetros. Una cifra que condiciona el resultado ya que la media que recorre un conductor europeo es de unos 14.000 kilómetros. Aunque tampoco se considera las ayudas a la compra de VE, que en nuestro país llegan a los 7.000 euros y pueden casi igualar el precio real pagado.
El tamaño del vehículo sí importa
Dando por buenas aquellas premisas, Lease Plan concluye un dato previsible: cuanto más grande y caro es el automóvil, más se reduce la brecha entre uno térmico y uno electrificado. Por ejemplo, un modelo a pilas de tamaño medio, sea de marca generalista o premium, resulta competitivo en hasta 17 de los 22 países frente a uno de gasolina o diésel. Mientras que, en un compacto, lo es en 14. Y si bajamos de tamaño para hablar de los utilitarios, ya solo se colocan por delante en ocho mercados.
En este sentido, se considera que un VE es competitivo si su TCO no supera en más de un 5% al de sus alternativas clásicas. Atendiendo a eso, en España sí se da el primer caso, pero no el segundo. Así, el TCO de una berlina media premium en nuestro país es de 936 euros/mes si es eléctrica, por los 1.063, 1.092 y 1.047 euros/mes de una de gasóleo, gasolina e híbrido enchufable, respectivamente. Mientras, en el caso de un compacto los costes son de 798, 697, 701 y 903 euros/mes para cada una de las cuatro tecnologías.
Grecia, el país de menor coste
La investigación aporta otros datos interesantes. Como que el país donde es más barato usar un coche (con independencia de su propulsión) varía enormemente en el Viejo Continente. La horquilla va de los 743 euros mensuales de Grecia a los 1.138 de Suiza, cifra que en España asciende a 944 euros. No obstante, si esas cantidades se ponen en relación con el PIB, el mayor coste total de propiedad corresponde a Suiza y Portugal; y el menor, a Dinamarca y Alemania.
En general, son los países de Europa del Este los más baratos en este sentido. También en los que la electrificación tiene menos cuota de mercado, aunque se espera que los VE sean también competitivos allí a mediados de la década, como muy tarde.
Fuente: El Mundo
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