La concentración del dióxido de carbono (CO2) ha aumentado del orden de un 0,5 por ciento anualmente entre 2003 y 2013,mientras que la concentración de metano (CH4) se ha incrementado entre un 0,3 y un 0,5 por ciento anual desde 2007, debido, en ambos casos, a las emisiones hechas por el hombre, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA, en sus siglas en inglés).
Los resultados, que fueron obtenidos gracias a la colaboración entre la ESA en el marco de su misión ‘Envisat’ y el satélite japonés para la observación de los gases de efecto invernadero, ‘GOSAT’, serán presentados la próxima semana en el Simposio Planeta Vivo y muestran que el aumento de dióxido de carbono en los últimos diez años se debe al uso de carbón, petróleo o gas, mientras que en el crecimiento del CH4 además influyen causas naturales como las emanaciones de humedales o la quema de la biomasa.
El director del proyecto sobre gases de efecto invernadero dentro de la iniciativa de Cambio Climático de la ESA, Michael Buchwitz, ha señalado que las imágenes de satélite dan información sobre la distribución geográfica y las fluctuaciones temporales de estos compuestos que «aumentan la temperatura global del planeta», y, gracias a ellas se pretende «generar distribuciones globales de alta calidad, para conocer las fuentes y los sumideros regionales» y así poder ayudar a la toma de medidas en relación al clima.
En este sentido, Buchwitz ha explicado que en el caso del dióxido de carbono, las fluctuaciones estacionales son más grandes debido a las variaciones en la fotosíntesis de la vegetación. En concreto, ha comentado que se ha observado que esta «respiración» es mayor en la mitad norte de la Tierra por la existencia de bosques que captan carbono durante el verano y que, en parte, liberan durante el invierno.
Por el contrario, ha apuntado que aunque los mapas reflejan niveles de metano especialmente elevados, relacionarlo con sus emisiones es más complicado ya que exige la utilización de modelos complejos de transporte atmosférico, que parametricen la acción de, por ejemplo, el viento.
En este sentido, el científico del Centro de Investigación de la Comisión Europea en Ispra (Italia), Peter Bergamaschi, ha señalado la importancia de contar con estas imágenes de satélites porque los «patrones espaciales detallados de las emisiones de metano a nivel mundial que no se podrían obtener de las mediciones en superficie».
Fuente: http://www.ecoticias.com
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