La UICN ha actualizado su Lista Roja. Casi el 30% de las especies están en peligro a causa del calentamiento global y la acción humana y advierten de que la biodiversidad está disminuyendo más rápido que nunca en la historia de la humanidad.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha presentado durante el Congreso Mundial de la Naturaleza, que se celebra estos días en Marsella (Francia), una actualización de su Lista Roja de animales en peligro de extinción, referencia mundial en materia de biodiversidad. El documento indica que el 28% de las especies clasificadas se encuentran en peligro de extinción.
El impacto destructivo de la humanidad ha puesto en jaque la existencia de más de 38.500 especies, de las 138.374 estudiadas. Los investigadores revelaron además que el 37% de las especies de tiburones y rayas en el mundo podrían extinguirse, lo que supone un aumento de un 13% frente a la cifra que se tenía en 2014. Para la UICN, los principales factores que amenazan su supervivencia son la pesca, la degradación o la pérdida de su hábitat (que representan un 31% de los casos) y el cambio climático (con el 10% de los casos).
Cinco especies de pez sierra -cuyos hocicos se enredan en objetos de pesca desechados en el mar- y el reconocido tiburón mako de aleta corta están entre los más amenazados.
Sin embargo, el informe mostró una luz de esperanza al informar que las cuotas de pesca han contribuido a recuperar cuatro especies de atún. Entre ellas se encuentran el atún rojo del Atlántico, que pasó de la categoría “en peligro” a la de “preocupación menor” y el atún rojo del sur, que pasó de “en peligro crítico” a “en peligro”.
Así, Bruno Oberle, director general de la UICN afirmó que “las especies pueden recuperarse si los Estados implementan prácticas sostenibles”.
Tristemente, la organización destacó también el caso del dragón de Komodo (Varanus komodoensis), el lagarto más grande del mundo, que ha pasado de ‘vulnerable’ a ‘en peligro de extinción’ en la Lista Roja. La especie, que es endémica de Indonesia y se encuentra solo en el Parque Nacional de Komodo, declarado Patrimonio de la Humanidad, y la vecina Flores, está cada vez más amenazada por los impactos del cambio climático. Se espera que el aumento de la temperatura global y el subsiguiente nivel del mar reduzcan el hábitat adecuado del dragón de Komodo en al menos un 30% en los próximos 45 años. Además, si bien la subpoblación en el Parque Nacional de Komodo se encuentra actualmente estable y bien protegida, los dragones de Komodo fuera de las áreas protegidas en Flores también están amenazados por una pérdida significativa de hábitat debido a las actividades humanas en curso.
Expertos de Naciones Unidas han indicado que cerca de un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción. En 2019, advirtieron que la naturaleza “está disminuyendo más rápido que nunca en la historia de la humanidad”.
Esta situación pone en peligro la existencia humana en la Tierra y contribuye a la multiplicación de desastres climáticos vinculados al calentamiento global. Estudios recientes prueban que varios de los ecosistemas del planeta se han visto gravemente afectados por actividades humanas como la deforestación, la degradación del hábitat y la contaminación, entre otras amenazas.
Se estima que más de la mitad de todas las especies de aves rapaces a nivel global están disminuyendo en población y 18 especies están en peligro crítico de extinción. Asimismo, se prevé que el aumento de las temperaturas y el derretimiento del hielo pondrán en peligro el 70% de las colonias de pingüinos emperador para 2050 y el 98% para el años 2100.
Unidad por la biodiversidad
El presidente francés, Emmanuel Macro, pidió este fin de semana retomar la unidad y el compromiso para proteger la biodiversidad en el Congreso Mundial de la Naturaleza celebrado en Marsella (sur de Francia). “La mala noticia es que no hay vacuna para un planeta enfermo”, afirmó Macron, que participó en inicio de este encuentro para anunciar que Francia reforzará la protección de sus aguas en el Mediterráneo en un 5% hasta 2027 (hasta ahora lo hace en un 0,2 %).
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay se comprometió a proteger el 30% del planeta de aquí a 2030, así como a “respetar a los pueblos indígenas”, algo compartido por Macron, y que planteó en el debate el fotoperiodista brasileño Sebastião Salgado, que lleva 40 años documentando esta realidad.
Por su parte, los pueblos indígenas de la cuenca amazónica presentaron una moción para proteger el 80% de esta región para 2025, ante la amenaza de las invasiones territoriales, el narcotráfico y la deforestación.
El Congreso Mundial de la Naturaleza contará con la participación este martes de la ministra de Transición Ecológica. Teresa Ribera intervendrá en el panel de alto nivel “Movilizar a la naturaleza y la sociedad para abordar la emergencia climática: el camino a seguir”, dónde pondrá en valor el papel de la naturaleza y las soluciones que nos ofrece para afrontar los retos ambientales a los que nos enfrentamos, incluyendo el cambio climático.
Fuente: Ágora Diario
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