Según las últimas estadísticas, en Europa se utilizan cada año más de 16 millones de toneladas de envases flexibles. La gran mayoría de estos son fabricados con materiales de plástico derivados de combustibles fósiles. Normalmente se utilizan para envasar alimentos y son desechados después de un corto periodo de vida útil.
Esto provoca que tengan un impacto negativo en el medio ambiente, pues la mayor parte de este material no llega a degradarse tras su depósito en vertederos. Además, otros tratamientos de desechos, como la incineración, provocan la emisión de sustancias contaminantes al entorno, agravando los efectos que produce el cambio climático.
Un equipo de investigadores a nivel europeo ha desarrollado nuevos materiales respetuosos con el medio ambiente que pueden reemplazar a las películas de plástico generadas a partir de petróleo que en la actualidad se utilizan en el envasado de alimentos y otros productos.
Este nuevo material se basa en papel, el cual tiene un menor impacto ambiental al ser desechado y, además, puede fabricarse de tal manera que compita, tanto en rendimiento como en costes, con el plástico que se utiliza regularmente para fabricar los envases flexibles.
El Dr. David Guerin, del Centro Tecnológico de la Industria del Papel, cartón y Celulosa de Grenoble (Francia), asegura que el envasado flexible que se está desarrollando es reciclable. Declara que “los nuevos materiales, fabricados con compuestos biológicos en una proporción superior al 70%, se degradarán en menos de seis meses y no en 200 años, tiempo necesario para materiales tales como el polietileno.”
El equipo, compuesto por centros científicos y entidades industriales de la alimentación y el envasado, ha desarrollado varias técnicas nuevas utilizando materiales renovables reforzados con nanopartículas y revestimientos innovadores.
“Las propiedades requeridas de los envases flexibles son muy exigentes. Teníamos que ser capaces de igualar las propiedades aislantes de las películas de plástico en lo que respecta a la grasa, agua, oxígeno y vapor de agua”, añade el Dr. Guerin.
Actualmente el equipo pretende optimizar la tecnología para su uso comercial, y por ello buscan organizaciones del sector industrial interesadas en invertir en esta tecnología. Según el Dr. Guerin, “el proyecto se concentra en el envasado flexible, pero debido a que las propiedades requeridas son tan exigentes, los avances logrados aquí se pueden transferir fácilmente a otros grados y aplicaciones del papel”.
Fuente: http://www.negociotecnologico.com
Agradecimientos a Raúl Conde por enviarnos la noticia.
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