Un nuevo estudio sienta las bases para un sistema de predicción del impacto de las sequías con varios meses de antelación. Permitirá tomar medidas para gestionar las consecuencias de las sequías para sectores como el transporte, la agricultura, el abastecimiento y la producción de electricidad, además del medio ambiente, con suficiente anticipación.
En 2018 y 2019, las sequías, cuya frecuencia irá en aumento debido al cambio climático, asolaron gran parte de Europa. Un equipo de investigadores de la Universidad de Wageningen y de la Universidad de Utrecht y Friburgo han encontrado que es posible realizar una estimación razonable del impacto de las sequías, en lugar de los riesgos de las sequías, con dos a cuatro meses de antelación o más. El estudio se ha realizado en el marco del proyecto ANYWHERE destinado a mejorar la gestión de emergencias y la respuesta a eventos meteorológicos y climáticos extremos, financiado por el programa Horizonte 2020 de la UE.
Los sectores relacionados con el agua deberían centrarse en las predicciones de humedad del suelo, aguas subterráneas, y caudal en los ríos, en lugar de las predicciones de precipitación y la temperatura. Para poder ser útiles, estas predicciones hidrológicas tienen que traducirse en los impactos en diferentes sectores. Esto último es posible si se dispone de bases de datos históricas de impactos de sequías, como el Inventario Europeo de Impactos de Sequías (EDII), con una cobertura espacial y temporal adecuada. Por ejemplo, es imposible predecir el impacto de sequías en muchas regiones europeas debido a la falta de datos históricos.
Los autores del estudio utilizaron el inventario europeo EDII que contiene miles de registros de impactos de sequías en varios sectores. Se utilizó una técnica de aprendizaje automático para relacionar los impactos en un determinado mes en el pasado con índices de sequía para ese periodo, por ejemplo, el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI). A continuación, se utilizaron previsiones históricas de escorrentía y precipitación disponibles en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF) para calcular índices de sequía (p. ej., el SPI) para cada mes en el periodo 1990-2017. Posteriormente, las relaciones mencionadas y las previsiones históricas de índices de sequía mensuales se usaron para pronosticar los impactos de las sequías en regiones de Europa (en este estudio, Alemania) para sectores específicos y para cada mes del periodo 1990-2017. Finalmente, los impactos proyectados hasta con siete meses de antelación se compararon con los impactos reales observados, con la conclusión de que es posible realizar una estimación razonable de los impactos de la sequía con dos a cuatro meses de antelación, y en algunos casos, con mayor antelación
Puedes leer la noticia completa en Smart Water Magazine.
Fuente: Iagua
Deja tu comentario