El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, junto con la Dirección General de Tráfico y otras instituciones del sector del motor, han elaborado un decálogo de la conducción eficiente.
Todo empieza con el uso correcto del automóvil. Lo primero es planificar la ruta, mejor si es la más corta y menos congestionada. Evitar el exceso de equipaje, es decir, no sobrecargar el vehículo, también reduce el consumo. ¡Por cada 100 kilogramos se incrementa un 5%!
Si no hace calor, es preferible no encender el aire acondicionado. Aumenta el gasto de carburante un 20%. Pero tampoco es aconsejable bajar totalmente las ventanillas para que entre el aire. Si lo hace estará gastando más combustible para que su coche avance.
Mantener el coche a punto también es un hábito importante a la hora de ahorrar y contaminar menos. Los gastos en revisiones, a la larga, merecen la pena. Mantener la presión correcta de los neumáticos, sin embargo, es gratis; se puede hacer en cualquier gasolinera y no hacerlo supone un sobreconsumo del 3%. Lo mismo que si no elige un buen aceite para su motor.
Pero es en carretera donde más se puede ahorrar con una conducción eficiente, solo en diez pasos. Este es el decálogo de lo que puede hacer para ahorrar y también contaminar menos.
- Arrancar y salir: Gire la llave y encienda el motor sin pisar el acelerador. En los motores de gasolina lo más eficiente es iniciar el movimiento inmediatamente después del arranque. En los de diésel, mejor esperar unos segundos.
- Primera marcha: Usarla solo para arrancar y rápido cambiar a segunda.
- Aceleración y cambios de marcha: En los motores de gasolina es recomendable cambiar de marcha entre las 2.000 y 3.500 revoluciones por minuto. En los diésel, el cambio para una conducción eficiente es entre las 1.500 y 2.000 revoluciones.
- Utilización de las marchas: Circular lo más posible en las marchas más largas (cuarta, quinta o sexta, si tiene) y a bajas revoluciones. El motor desahogado, gasta menos.
- Velocidad: Evitar eso de acelerar y frenar constantemente. Mantener la velocidad lo más uniforme posible.
- Frenar: Levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo con la marcha metida en ese instante. Frenar de forma suave con el pedal del freno. Reducir demarcha lo más tarde posible, con especial atención a las bajadas.
- Parar: Siempre que la velocidad y el espacio lo permitan, detener el coche sin reducir previamente de marcha.
- Paradas: En paradas prolongadas (por encima de unos 60 segundos), es recomendable apagar el motor. Una buena costumbre para su bolsillo en los atascos.
- Anticipación y previsión: Conducir siempre guardando la distancia de seguridad Esto le permitirá anticipar las maniobras en caso de que haya un obstáculo o un frenazo en la carretera.
- Seguridad: En la mayoría de las situaciones, aplicar estas reglas de conducción eficiente contribuye a mejorar la seguridad vial. Pero obviamente existen circunstancias que requieren acciones específicas distintas, para que la seguridad no se vea afectada.
Fuentes: El País, IDAE
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