Tras un viaje de varias semanas desde Angola, donde realizó su última prospección, el barco Rowan Renaissance, que realizará las perforaciones en busca de petróleo y gas para Repsol, llegó este fin de semana al primer punto de prospección situado a 51 kilómetros de las costas canarias, un lugar que la compañía ha bautizado con el nombre de Sandía. Pero no será el único pozo que se perforará en aguas canarias. El pasado 29 de mayo de 2014 el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aprobó la Declaración de Impacto Ambiental no sólo del proyecto Sandía, sino de otros ocho más en ubicaciones colindantes y denominados también con nombres de frutas y hortalizas.
De momento, en los planes de Repsol sólo está investigar en busca de petróleo o gas en dos puntos, el ya citado Sandía y otro llamado Chirimoya, situado un poco más al sur, pero también a una distancia de 52 kilómetros de las turísticas playas de Caleta de Fuste (Fuerteventura). Aunque el Rowan Renaissance ocupa un área similar a la de dos campos e fútbol como el del Santiago Bernabéu y su torre de perforación mirará la superficie marina desde cerca de 80 metros de altura -similar a la de la Catedral de Burgos-, la distancia a la que se harán las perforaciones hará imposible que pueda verse desde la playa del este de las islas de Fuerteventura o Lanzarote.
El proyecto ha enfrentado a los Gobiernos canario y nacional en una batalla dialéctica y política en ocasiones desquiciada y que en muchos casos ha estado desprovista de argumentos basados en criterios técnicos o científicos. Pero el debate es real. A cada argumento bien fundamentado le corresponde una réplica bien construida si se acude a las fuentes técnicas.
Mientras ingenieros, geólogos y expertos en exploración y producción de hidrocarburos destacan la seguridad del proyecto y sus ventajas económicas y estratégicas para el país; biólogos, ornitólogos y oceanógrafos muestran sus preocupaciones sobre el posible impacto ambiental que pueda tener la exploración petrolífera sobre los ecosistemas marinos y la fauna y flora asociada a ellos. Además, los ecologistas no tiemblan al señalar el riesgo de que ocurra un posible accidente que se transforme en una marea negra. El de la plataforma ‘Deepwater Horizon’, propiedad de la compañía BP, en el Golfo de México en 2010 está aún muy reciente. Aunque aquel desastre ambiental ocurrió durante la fase e producción de crudo y no en la de exploración o investigación como la que comenzará estos días Repsol en Canarias, un momento en el que, según los expertos de la industria, el riesgo de accidente es mucho menor.
Entre tanto, Marruecos ha cosido sus aguas territoriales de permisos de exploración desde el Estrecho de Gibraltar hasta la frontera con Mauritania. Además, permite a las empresas petroleras que encuentren crudo explotarlo durante 10 años sin pagar ni un euro de impuestos por la cesión del territorio y del recurso energético. En España, en cambio, se está estudiando la creación de un canon del 8%, aunque esa medida se aprobaría rebajando el Impuesto de Sociedades del 35% al 30%. La fiebre del oro negro marroquí ya ha comenzado a dar sus frutos. El pasado miércoles, la compañía angloturca Genel anunciaba el hallazgo de petróleo ligero -de 26 API, una medida que supone una buena noticia para el futuro comercial de la zona- en el pozo de Sidi Moussa 1, situado a 230 kilómetros de Sandía.
Greenpeace abandona la protesta en barco tras el incidente con la Armada
Los activistas de Greenpeace intentaron realizar durante la mañana del sábado una acción de protesta ante el buque de posicionamiento dinámico de Repsol. Sin embargo, las lanchas de la Armada española se lo impidieron embistiendo contra los botes de la organización según se refleja en un vídeo difundido por Greenpeace . Una activista italiana de 23 años resultó herida y tuvo que ser evacuada en helicóptero al Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, donde permanece estable a la espera de operación por las heridas sufridas en una pierna.
Después de tres días en la zona, el barco Artic Sunrise de la organización ecologista Greenpeace abandonó el sábado sobre las 16.00 horas el punto en el que Repsol comenzará a realizar las prospecciones petrolíferas esta semana. El buque ha atracado en el Puerto de los Mármoles, en Arrecife. La organización asegura que continuará su campaña pacífica contra las prospecciones de Repsol «con todos los medios disponibles».
Greenpeace recuerda que el Rowan Renaissance ha sufrido varios problemas: en el mes de mayo en aguas de Namibia, se colapsó la boca del pozo debido a problemas con el cementado del inicio de la perforación y a problemas con las características geotécnicas del lugar elegido para perforar. También sufrió problemas con una válvula de seguridad, por lo que finalmente tuvo que abandonar el pozo y sellarlo y Repsol volverá a hacer otro pozo a 50 metros de distancia por precaución.
La organización ecologista pide a las autoridades que no olviden «que el proyecto incumple varias directivas europeas y que el mayor desastre de la industria petrolera fue en esta fase de exploración que quiere comenzar Repsol: el desastre del golfo de México de 2010».
Greenpeace vuelve a puerto «para unirse a todas las voces que hoy, desde tierra, están diciendo muy alto no a las prospecciones». «No van a poder callarnos, ni a nosotros, ni las miles de personas que no quieren petróleo en las islas Canarias», concluyen los ecologistas.
Fuentes: El Mundo, El Diario.
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