España vuelve a quedarse atrás en cuanto a gestión de residuos se refiere, con un gran porcentaje de desechos que se acumula en vertederos, en línea con otros países de la UE como Hungría, República Checa o Portugal. Todos ellos, destinan más de la mitad de sus residuos a vertederos convencionales, una opción anticuada y perjudicial para el medio ambiente, para la que ya existen modernas y seguras alternativas más sostenibles.
Por el contrario, son los países del norte de la UE, como Alemania o los escandinavos, Austria u Holanda, los que casi han dado por extintos sus vertederos gracias a un mejor y mayor reciclado, pero también al uso generalizado de la valorización energética.
Estas y otras conclusiones han sido analizadas por parte de los representantes del sector de gestión de residuos y energía, así como las representaciones permanentes del Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los Estados miembros, reunidos en Bruselas para debatir el futuro de la valorización energética y sus implicaciones en la sociedad europea.
Durante el transcurso de los debates, organizados conjuntamente por Eswet (asociación europea de proveedores de tecnología Waste-to-Energy) y Cewep (Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética), se ha analizado el Estudio del Parlamento Europeo sobre residuos, en el que se refleja la importancia de implementar modelos de gestión de residuos sostenibles que incluyan a la valorización energética.
Desde Aeversu, Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos, miembro de Cewep y presente en las reuniones de trabajo en Bruselas, se destaca la valorización energética como «una práctica clave para mitigar y frenar el impacto climático y económico de los residuos no reciclables, que inevitablemente generamos día tras día».
REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR Y RECUPERAR
En la Unión Europea se generan más de 2.500 millones de toneladas de residuos anuales, cerca de 500 kg/año por persona. Esta problemática, ocasionada por el modelo consumista de “usar y tirar”, es un asunto por el que políticos y administradores no toman medidas concretas y eficaces en el conjunto de los países, sino que cada uno imprime un ritmo propio.
Según el Estudio del Parlamento Europeo sobre Residuos, evitar la creación de deshechos sería la opción más conveniente para el medio ambiente, pero los objetos y productos que necesitamos para llevar a cabo nuestra vida diaria terminan, tarde o temprano, por llegan al fin de su ciclo de vida. “Cuando esto ocurre, la valorización energética se convierte en un aliado vital para gestionar los residuos y darles una última vida en forma de electricidad, calor o vapor”, asegura Rafael Guinea, presidente de Aeversu.
La jerarquía de gestión de residuos prioriza la prevención, la reutilización y el reciclaje, pero además, tal y como recoge el Paquete de Economía Circular aprobado por la Comisión Europea, cuando los residuos no se puedan reutilizar ni reciclar, resulta preferible recuperar su contenido energético en lugar de eliminarlos en vertedero, en la mayoría de los casos, tanto en términos medioambientales como económicos. Es decir, emplear la valorización energética, la cual, según un estudio del Gobierno alemán, emite 19 veces menos de CO2 que los vertederos convencionales.
RECICLAJE Y VALORIZACIÓN ENERGÉTICA
Las prácticas de gestión de residuos varían muchísimo entre los miembros de la Unión Europea. Muchos países siguen vertiendo ingentes cantidades de residuos en los vertederos, pero, mientras tanto, con una cota de vertido del 1%, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Suecia o Bélgica (países modelo en reciclaje) casi han eliminado por completo los vertederos y apuestan por complementar el reciclaje y la valorización energética de los residuos, obteniendo energía para abastecer viviendas e industria.
Por el contrario, los vertederos siguen siendo una alternativa perenne, pese a ser un desastre medioambiental, en el este y sur de Europa, en al menos doce países, entre los que se encuentra España, donde más de la mitad de los residuos acaba en un vertedero.
«La valorización energética tiene un gran potencial que no está siendo aprovechado en nuestro país», lamenta Aeversu en un comunicado, y argumenta que «en Europa hay 598 plantas, pero sólo 11 se encuentran en España y Andorra».
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