El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) ha invertido más de 3,3 millones de euros en las obras de mejora del estado ecológico del río Negro en la provincia de Zamora, que forma parte de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos.

Las obras han recibido la visita del presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín; la subdelegada del Gobierno en Zamora, Clara San Damián; y los alcaldes de las localidades de Asturianos, Espadañedo, Manzananal de los Infantes, Muelas de los Caballeros, Peque, Rionegro del Puente y Rosinos de la Requejada.

Esta actuación persigue varios objetivos, por un lado el ambiental, mediante la ejecución de actuaciones para mejora de los hábitats y la calidad del agua y la recuperación de las comunidades piscícolas.

Por otro, tiene un objetivo hidráulico, ya que recupera la continuidad del sistema fluvial, incrementa la conectividad lateral del cauce con sus riberas y llanura de inundación y mejora la conexión del cauce con el medio físico en el que se asienta. Por último, persigue el fomento del potencial recreativo del espacio afectado.

Para ello, se ha actuado a lo largo de unos 120 kilómetros de cursos fluviales de la cuenca del río Negro existentes en los términos municipales de Asturianos, Espadañedo, Manzanal de los Infantes, Muelas de los Caballeros, Peque, Rionegro del Puente y Rosinos de la Requejada.

Río Negro. http://valverdedelucerna.blogspot.com.es/

Mejoras

Los trabajos han estado destinados fundamentalmente a preservar y mejorar los valores naturales del ámbito de la cuenca del río Negro y afluentes, entre los que destaca la presencia de náyades y bivalvos de agua dulce.

Con esta obra se intenta también los objetivos de evitar el aporte a los cauces de sólidos procedentes de la laminación de la cuenca, mediante la estabilización de taludes y retención de sólidos procedentes de ladera, así como el acondicionando los accesos al mismo.

Por otra parte, también se trabaja en la restauración del bosque de ribera, mediante plantaciones y siembras, para combatir los enclaves existentes sin vegetación autóctona y con escasas posibilidades de regeneración natural por aislamiento.

Además, se lleva a cabo un tratamiento adecuado de las obras transversales al cauce existentes, que en unos casos dificultan y en otros imposibilitan los movimientos de parte de la fauna dulceacuícola, destacando la afección a los movimientos migratorios de la trucha común, cuyo alevín es el vector de propagación de la náyade, con el fin de potenciar el incremento y distribución de las poblaciones de trucha.

En su faceta social, estos trabajos ayudan a la recuperación de arquitectura ligada al paisaje fluvial y mejora de la eficiencia del tratamiento de las aguas residuales procedentes de pequeñas poblaciones.

Fuente: http://www.europapress.es