La XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) se ha tomado un respiro el domingo, sin reuniones oficiales en el Centro Internacional de Conferencias de Durban (Sudáfrica).
Tras la frenética actividad diaria de la primera semana, se espera que los negociadores de las diferentes delegaciones dediquen el día a analizar el borrador de los documentos que se discutirán en las reuniones de alto nivel, que empiezan este martes.
Doce jefes de Estado o de Gobierno y unos 130 ministros tienen previsto asistir a las reuniones de alto nivel, según la ONU.
EEUU y China, jugando al gato y al ratón
Esas reuniones, cruciales para alcanzar acuerdos definitivos en la cumbre, se desarrollarán hasta el viernes, aunque no se descarta que puedan prorrogarse hasta el sábado si las negociaciones están muy reñidas.
Las reuniones de alto nivel desempeñarán un papel clave para dilucidar asuntos como la renovación del Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.
Mientras tanto, EEUU y China los dos mayores emisores mundiales de gases de efecto invernadero siguen en su postura de no mover ficha si el otro país no lo da antes, una postura que ha permanecido inmutable desde el comienzo de las negociaciones.
El representante de China, Su Wei, ha anunciado que el gigante asiático podría adherirse a un acuerdo para reducir sus emisiones contaminantes. «No descartamos la posibilidad de un pacto legalmente vinculante . Es posible pero dependerá de los negociaciones», dijo Wei.
El Protocolo de Kioto, que se firmó en 1997 y entró en vigor en 2005, estableció compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos.
Puesta en marcha de un fondo verde
Los negociadores tratan de acordar un segundo periodo de compromiso que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante.
Los países en desarrollo creen imprescindible que las economías occidentales aprueben el segundo período, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado si competidores comerciales como China, India y EEUU no asumen compromisos similares.
Otro asunto candente es la puesta en marcha de un Fondo Verde para el Clima (FVC) que pondrá a disposición de los países en desarrollo 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para usar energías más limpias y combatir el cambio climático.
El Comité de Transición, establecido por mandato de la cumbre de 2010 en la ciudad mexicana de Cancún (COP16) y formado por expertos de varios ámbitos, ha trabajado este año en el diseño del FVC.
Las diferencias sobre la estructura y gobernanza del FVC impidió un acuerdo antes de la reunión de Durban, con la negativa de EEUU y Arabia Saudí a suscribir el texto del Comité.
Ante la semana decisiva de la cumbre, miles de personas desfilaron este sábado ante la sede de la COP17 para exigir a los negociadores «justicia climática» y medidas más contundentes para salvar el planeta.
Fuente: http://www.elmundo.es
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