El informe Circularity Gap Report 2021, presentado ayer en el Foro Económico Mundial, identifica 21 estrategias circulares cuya aplicación por parte de los países permitiría duplicar la proporción de materiales que se reciclan o reutilizan y reducir las emisiones responsables del cambio climático en 22.800 millones de toneladas anuales.
Las estrategias de economía circular pueden reducir en un 39% las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) y ayudar a evitar el colapso climático. Así se desprende del informe Circularity Gap Report 2021 de Circle Economy, que se presentó ayer durante una reunión virtual de la Agenda de Davos que celebra esta semana el Foro Económico Mundial.
El Informe sobre la Brecha de Circularidad concluye que 22.800 millones de toneladas de emisiones anuales asociadas a la creación de nuevos productos a partir de materiales vírgenes pueden eliminarse aplicando estrategias circulares que reduzcan drásticamente la cantidad de minerales, combustibles fósiles, metales y biomasa que consume la economía mundial.
Cambios en la forma en que construimos y utilizamos las viviendas y los edificios comerciales e industriales pueden lograr la mitad de este ahorro. Y cambios en la forma en que viajamos y transportamos las mercancías y en la forma en que nos alimentamos suponen la mayor parte del resto.
El mundo se dirige hacia el colapso climático. Los actuales compromisos nacionales sobre el clima no son suficientes para cumplir con el Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C, e idealmente de los 1,5 °C. Con ellos, la temperatura global aumentaría 3,2 °C este siglo. Además, el mundo consume más de 100 Gt de materiales al año y sólo el 8,6% se reutiliza.
Solo el 8,6% de la economía mundial es circular
El Informe sobre la Brecha de la Circularidad ha identificado ahora un conjunto de 21 estrategias circulares que pueden mantener el planeta en una trayectoria muy por debajo de los 2°C, reduciendo las emisiones en 22.800 millones de toneladas más allá de lo que se consiga con los compromisos climáticos actuales, una reducción del 39% respecto a los niveles de 2019. También aumentarían la proporción de materiales que se reciclan y reutilizan del 8,6% al 17%, lo que prácticamente duplicaría la circularidad de la economía mundial.
El informe ofrece también modelos de acción adaptados a los países con diferentes niveles de desarrollo, en un contexto en el que se pretende estimular la recuperación económica de la pandemia de la COVID-19 y reforzar los compromisos climáticos antes de la cumbre climática COP26 de la ONU, en noviembre.
Las emisiones anuales alcanzaron un récord de 59,1 Gt en 2019 y el Informe de 2020 sobre la brecha de emisiones de la ONU recoge que para 2030 deben caer en 15 Gt para mantener el calentamiento global por debajo de 2 ° C, y en 32 Gt para alcanzar el límite más seguro de 1,5 ° C. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU ha advertido que ir más allá de esos 1,5 o 2 °C aumentaría significativamente los eventos climáticos extremos con devastadoras consecuencias sociales, ambientales y económicas.
El informe calcula que el 70% de todas las emisiones son generadas por la extracción, procesamiento y fabricación de bienes para satisfacer las necesidades de la sociedad: la ropa que usamos, los teléfonos que poseemos, los alimentos que comemos…
Tres necesidades clave, responsable del 70% de las emisiones
El documento también refleja que tres necesidades sociales clave son responsables de casi el 70% de las emisiones globales y son las áreas donde las estrategias circulares pueden tener mayor impacto: edificación, transporte y alimentación.
La construcción, incluidos los edificios residenciales, comerciales e industriales, genera 13,5 Gt de emisiones cada año. Consume grandes cantidades de recursos vírgenes, hace un uso abundante de materiales con alto contenido de carbono como el cemento y el acero, genera importantes emisiones de calefacción y refrigeración y produce enormes cantidades de residuos. Con estrategias circulares, podrían desviarse del vertedero y reutilizarse 9,5 Gt de residuos de construcción y demolición, reduciendo la necesidad de materiales vírgenes; el cemento y el acero podrían sustituirse por materiales más ligeros; y un cambio a las energías renovables reduciría las emisiones de calefacción y refrigeración. Todo ello junto permitiría reducir las emisiones en 11,8 Gt y la demanda de materiales en 13,6 Gt.
El transporte genera 17,1 Gt de emisiones al año, principalmente por la quema de combustibles fósiles para el transporte de pasajeros y mercancías. Los nuevos enfoques de diseño para hacer que los vehículos sean más livianos reducirán el consumo y estrategias como el uso compartido de automóviles pueden hacer que su uso sea más eficiente. Las estrategias circulares pueden reducir las emisiones en este campo en 5,6 Gt y el uso de materiales en 5,3 Gt.
La alimentación genera alrededor de 10 Gt de emisiones al año, incluidas 4 Gt derivadas exclusivamente del uso de la tierra. A medida que la población mundial aumenta y más personas adoptan las dietas occidentales, se necesita más tierra para cultivar, especialmente para la alimentación animal, y para pastos, y esto impulsa la deforestación. La agricultura y la acuicultura regenerativas pueden reducir el impacto ambiental de la cría de peces, ganado y cultivos al tiempo que producen buenos rendimientos. Cambiar a dietas más basadas en vegetales tendrá una huella menor. Las estrategias circulares en el terreno de la alimentación pueden reducir las emisiones en 4,3 Gt y el uso de materiales en 4,5 Gt.
Diferentes estrategias en función del desarrollo de cada país
Existen diferentes estrategias para los países en distintas etapas de desarrollo económico y el informe presenta planes de acción en tres categorías amplias.
Los países de bajos ingresos, como India y Nigeria, albergan al 48% de la población mundial, pero luchan por satisfacer sus necesidades básicas. Sus economías están dominadas por la agricultura y todavía están construyendo infraestructuras básicas. Utilizan el 19% de los recursos globales y generan el 17% de las emisiones. Las prioridades incluyen:
- Reformar la agricultura para evitar el monocultivo y la deforestación;
- Aplicar principios circulares a proyectos de construcción, como el uso de materiales ligeros como madera, arcilla y marga;
- Minimizar la necesidad de transporte motorizado en las ciudades creando barrios autosuficientes e introduciendo la movilidad eléctria y el transporte público;
- Formalización y formación de recicladores y puesta en marcha de plantas de reciclaje.
Los países de ingresos medios como China y Brasil, hogar del 36% de la población mundial, se están industrializando rápidamente y están construyendo infraestructura para sacar a sus poblaciones de la pobreza y dar cabida a una clase media en crecimiento. Son centros de fabricación globales y los mayores productores agrícolas del mundo. Utilizan el 51% de los recursos y generan el 47% de las emisiones. En este caso, las prioridades son:
- Cambio a la agricultura sostenible, especialmente para las exportaciones;
- Incorporación de materiales de construcción eficientes en el uso de recursos y bajos en carbono;
- Satisfacer las crecientes demandas de energía con energías renovables;
- Establecimiento de infraestructura para recolectar, clasificar y procesar materiales de desecho, especialmente residuos de construcción.
Los países de de ingresos altos, como Estados Unidos, Japón y países europeos, albergan al 16% de la población mundial, pero consumen el 31% de los recursos y generan el 43% de las emisiones. Ya han desarrollado viviendas, transporte e infraestructura maduros para satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. Sus prioridades deberían ser:
- Reducir su consumo de productos animales y reducir el desperdicio de alimentos;
- extender la vida útil de los edificios y las infraestructuras mediante la renovación, fomentando la reutilización de materiales de construcción y el diseño de nuevos materiales para que puedan reutilizarse;
- extender la vida útil de los vehículos, cambiar a modelos de uso compartido y utilizar tecnologías digitales para reducir la necesidad de viajes físicos;
- Asegurar que los residuos se valoricen adecuadamente para maximizar su potencial de reutilización.
Martijn Lopes Cardozo, director general de Circle Econ»losomy, afirmó que «los gobiernos están tomando grandes decisiones que determinarán nuestro futuro climático. Están gastando miles de millones para estimular sus economías tras la pandemia de Covid y se han comprometido a reforzar sus compromisos climáticos antes de la Cumbre del Clima de Glasgow. Las estrategias de economía circular son la clave para un futuro eficiente en recursos, bajo en carbono e inclusivo».
Fuente: Residuos Profesional
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