Vivimos en una era de absoluto consenso científico acerca de los graves desafíos ambientales que afrontamos. Al mismo tiempo, sin embargo, tenemos más herramientas que nunca para obtener la información y el conocimiento necesarios para gestionarlo. Los datos se han convertido en el nuevo petróleo bajo conceptos como big data o machine learning en todos los ámbitos de la sociedad, desde el marketing a la seguridad. Nuestro ámbito profesional no es precisamente ajeno a esta explosión. Los datos se han convertido en una herramienta fundamental para comprender los sistemas naturales, monitorear el cambio climático y desarrollar estrategias de conservación.

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Somos probablemente el sector más diverso en herramientas tecnológicas y diferentes tipos de datos con los que gestionar el medio ambiente. Los satélites actuales nos proveen imágenes de muy alta resolución de toda la tierra, de las cuales extraemos datos de deforestación ilegal, temperatura de la superficie terrestre, concentración de contaminantes, etc. Los drones y los GPS nos permiten el seguimiento de fauna a detalles sin precedentes, el IoT proporciona datos en tiempo real de sensores ambientales, como la humedad de un cultivo. Los sistemas de seguimiento y gestión de residuos permiten el rastreo del ciclo de vida de los productos y evaluar el desempeño de la economía circular. Las técnicas de genómica permiten extraer información genética masiva, rápidamente y a bajo coste. La conectividad global incorporar a la ciudadanía a la ciencia, integrando sus aportes y observaciones mediante plataformas y redes de colaboración. Y finalmente, las plataformas de visualización ponen los datos al servicio de la transparencia y trasladan la información a los tomadores de decisiones.

Los modelos matemáticos y estadísticos, los algoritmos de aprendizaje automático y la inteligencia artificial por su parte permiten simular escenarios futuros, en ocasiones extremadamente complejos, pero cada vez menos costosos de realizar. El resultado para las personas implicadas en medio ambiente es un abanico ingente de posibilidades de generar y acceder a información de toda índole. Al mismo tiempo que disponemos de una oportunidad inédita en un momento crucial, nos llegan una serie de retos. Por un lado, tenemos que filtrar y verificar la calidad, el origen y la autoría de datos e información. Por otro lado, tenemos que afrontar muy diversas estructuras y fuentes de datos e integrarlas para obtener información cohesionada y útil para nuestros objetivos. Aunque los profesionales de la biología, el medio ambiente, y la investigación llevamos mucho tiempo recurriendo a útiles herramientas de análisis como los Sistemas de Información Geográfica y los softwares estadísticos. Sin embargo, ninguna de estas herramientas soluciona por sí solas los retos emergentes que mencionábamos: necesitamos herramientas automáticas y ágiles que manejen e integren rápidamente una cantidad cada vez más masiva de datos de cualquier tipo y que acto seguido nos permitan visualizarlos, analizarlos con las técnicas estadísticas correctas e informar de nuestro trabajo de manera eficiente.

Afortunadamente, junto al auge de las fuentes de datos hemos podido disfrutar del desarrollo paralelo de programas informáticos integrales que unen todas las funciones que requerimos para un universo tan complejo: softwares perfectamente adaptables y programables a cualquier tipo de tabla de datos, mapa, o archivo de información posible, que son capaces de generar visualizaciones potentes y atractivas, incorporar los análisis estadísticos más punteros o realizar todo el proceso de publicación directamente desde el análisis de datos.

En ISM nos han dado la oportunidad de apostar por la formación en el software estadístico R, que en sus décadas de existencia como lenguaje de programación, ha desarrollado una comunidad de usuarios en todos los ámbitos (ciencia, industria, farmacia, estadística…), gracias a la cual el programa R y su interfaz RStudio ofrece la mayor variedad de soluciones a cualquier tipo de problema. Hasta tal punto que la interfaz RStudio hace compatibles lenguajes de programación similares como Python en una sola aplicación. Actualmente, R es el programa puntero en análisis estadístico, visualización de datos, manipulación y manejo, y hasta es capaz de trabajar como un Sistema de Información Geográfica. Es un programa imprescindible para cualquier profesional relacionado con el medio ambiente y la naturaleza.

Por ser un lenguaje y un código de programación, el uso de R tiene una curva de aprendizaje inicial algo más dificultoso. Sin embargo, con el ISM hemos apostado, después de numerosas ediciones, por un curso de introducción a R amplio y flexible, que parte desde lo más básico y está diseñado para que todas las personas participantes puedan trabajar a diferentes ritmos según las expectativas y las necesidades de trabajar con este producto.

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