Hoy en día, el destino más común para las baterías de ion litio (LIBs), que se emplean tanto en aparatos electrónicos, como móviles y ordenadores, y en la movilidad eléctrica (patinetes, bicicletas, motos y vehículos), es su almacenaje en vertederos, lo que conlleva un enorme riesgo de seguridad y para el medio ambiente. Debido a su composición, las baterías descartadas pueden prenderse fuego o explotar, lo que supone un riesgo evidente para las plantas de tratamiento de residuos y durante su transporte. En cuanto a su impacto medioambiental, las baterías tienen componentes químicos que se pueden liberar al medio a medida que estas se degradan.
Por otro lado, el litio es una de las materias primas consideradas críticas por la Unión Europea por su importancia estratégica y económica y con riesgo de una demanda elevada, ya que se considera fundamental en la movilidad eléctrica y para la transición hacia una economía baja en carbono.
El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) aborda estos dos retos con el proyecto METALLON, en el que participan el Grupo de Investigación en Ingeniería Ambiental (GI2AM) de la Universitat de València, la empresa del sector de la movilidad de vehículos eléctricos, GDV Mobility y la empresa gestora de residuos informáticos y tecnológicos Recuintec. El objetivo es mejorar el proceso de reutilización y reciclado de residuos complejos como son las LIBs con el fin de, por un lado, reacondicionarlas y darles una segunda vida y, por otro lado, en el caso de tener que desecharlas, optimizar los procesos de reciclaje y valorización para extraer y recuperar el litio y otros metales y minerales de alto valor que contienen. Se trata de un proyecto financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i) con el apoyo de los fondos europeos FEDER.
Tal y como explica el investigador en Reciclado químico en AIMPLAS, Santiago Llopis, “los procesos actuales de reciclaje de baterías de ion litio, como la pirometalurgia o la hidrometalurgia, presentan ciertas limitaciones, como son la imposibilidad de recuperar el litio mediante métodos pirometalúrgicos estándares, el elevado coste energético, el uso intensivo de ácidos inorgánicos o la generación de residuos (gases y aguas) muy contaminantes. En el proyecto METALLON estamos investigando técnicas de recuperación de los metales presentes en LIBs que no tengan un impacto ambiental negativo. Sustituiremos los ácidos inorgánicos por otros agentes menos hostiles, como los solventes verdes, y estudiaremos los procesos biohidrometalúrgicos como alternativa innovadora, más limpia y económica, que requieren de un consumo de energía mínimo y que emplean reactivos biológicos”.
La investigación también contempla estrategias previas al reciclado para tratar de reducir en primer lugar la generación de estos residuos. Así, se establecerán métodos para identificar el estado de salud de las LIBs al final de su ciclo de vida y se implementarán procedimientos para determinar su posible reacondicionamiento y reaprovechamiento en distintos sectores como la movilidad o el eléctrico-electrónico.
Fuente: Residuos Profesional
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