El Instituto Geológico y Minero de España (IGME), un centro nacional del CSIC y dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, ha emitido una alerta con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio. Según los últimos planes hidrológicos, el 44% de las masas de agua subterránea en España se encuentra en una situación preocupante.
David Pulido, director del Departamento de Aguas y Cambio Global del IGME, destaca que las aguas subterráneas, con más inercia que las superficiales, son un recurso estratégico para la gestión de sequías. Por otro lado, la sobreexplotación de las aguas subterráneas es una realidad en zonas como Doñana o el Alto Guadiana, afectando a humedales y espacios naturales, y señala que “hay acuíferos en España que han registrado descensos de hasta 10 metros al año, y que pueden tardar un siglo en recuperar su nivel, algo a lo que también afecta el cambio climático”. En este contexto, los resultados de una investigación desarrollada por el IGME, advierten de que si se siguen incrementado las emisiones de CO2 como hasta ahora, para 2045 la recarga o entrada de agua a los acuíferos disminuirá, de media, un 11%, llegando a más de un 20% en más del 10% del territorio peninsular.
La situación es especialmente alarmante en las zonas costeras, según han constatado las investigaciones del IGME, donde al bajar el nivel de los acuíferos se producen entradas de aguas salinas en el sistema, situaciones que tienen muy complicada solución.
Protección del patrimonio
Miguel Mejías, jefe del Área de Hidrogeología Aplicada, subraya que el mantenimiento de las aguas subterráneas “es fundamental para el suministro a la población y para el desarrollo económico” y recuerda que gracias a las redes de control que están distribuidas por todas las demarcaciones hidrográficas es posible conocer el estado, en cantidad y calidad, de cada acuífero.
Mejías asegura que se ha avanzado mucho en este conocimiento, y se sigue trabajando en su mejora continua mediante nuevas tecnologías como la instrumentación de piezómetros (sensores en sondeos), capaces de transmitir datos en tiempo real, y a las nuevas posibilidades que ofrece la inteligencia artificial. También ha supuesto un importante avance el Plan de Acción de Aguas Subterráneas, aprobado en 2023 por el Gobierno de España, en cuya puesta en marcha también asesoró el IGME; y la revisión de los planes hidrológicos de cada demarcación hidrográfica.
Fuente: CSIC
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