El Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha publicado el informe titulado ‘Atlas Urbano PM2.5. Calidad del aire en las ciudades europeas’, correspondiente a 2023. En el documento se cuantifican las contribuciones espaciales (urbanas, nacionales, etc.) y sectoriales (transporte, agricultura, residencial, etc.) a la contaminación del aire en 150 áreas urbanas de Europa.
Muchas ciudades europeas sufren una mala calidad del aire y exceden los parámetros indicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea. Es el caso de las partículas PM2.5, el contaminante atmosférico responsable de la mayoría de los fallecimientos prematuros documentados y de otros efectos adversos para la salud.
En este contexto, resulta fundamental determinar a qué escala actuar para abordar el problema de la contaminación del aire de manera más efectiva, en línea con los objetivos del Plan de Acción Polución Cero de la Unión Europea.
El atlas publicado por el JRC proporciona datos para mejorar la gobernanza de las políticas de calidad del aire y apoyar a las autoridades a elegir las acciones más eficientes y adecuadas, e informa sobre el equilibrio entre las actuaciones a nivel local centrándose en la escala urbana y las acciones a nivel nacional e internacional.
Conclusiones del informe
El informe concluye que, para muchas ciudades, las acciones locales son un medio eficaz para reducir los niveles de PM2.5 y los efectos negativos relacionados con la salud y las muertes prematuras. Además, resultarían muy eficaces otras medidas sectoriales que abordaran la calefacción residencial a nivel local, en particular, la quema de biomasa; mientras que las acciones en materia de agricultura a escala nacional o de la UE beneficiarían a la calidad del aire urbano.
Por otra parte, la publicación refleja que los sectores y escalas objetivo para reducir la contaminación del aire son específicos de cada ciudad, y que el pleno cumplimiento de los compromisos de reducción de emisiones de amoníaco en virtud de la Directiva NEC (National Emission reductions Commitments) conllevaría beneficios tangibles a varias ciudades europeas.
Fuente: esmartcity
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