Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente explora cómo la economía circular puede reducir e incluso invertir los impactos de la producción y el consumo sobre la biodiversidad.
Las acciones hacia una economía circular son de suma importancia para salvaguardar la naturaleza, reducir la contaminación y lograr la neutralidad climática en Europa para 2050. Un informe publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) subraya que, además de los esfuerzos en curso para prevenir los residuos, las prácticas específicas de la economía circular en el abastecimiento de materias primas tienen un potencial significativo para proteger y mejorar la biodiversidad.
Varias evaluaciones recientes han hecho saltar las alarmas sobre la pérdida de biodiversidad y el declive de los ecosistemas en Europa y en el mundo debido a modelos insostenibles de producción y consumo. El nuevo informe de la AEMA señala que las prácticas de economía circular pueden ayudar a salvaguardar la biodiversidad reduciendo el uso de recursos primarios, previniendo la contaminación y, sobre todo, obteniendo materiales mediante prácticas respetuosas con la biodiversidad.
Según el informe, el abastecimiento respetuoso con la biodiversidad de, por ejemplo, alimentos, materiales de construcción y textiles, merece una mayor atención, ya que puede ampliar el potencial de la economía circular para reducir o incluso, en algunos casos, invertir la pérdida de biodiversidad.
Tales prácticas incluyen el uso de algas marinas para la alimentación animal o como abono para los cultivos, la recirculación del agua de los tejados verdes y el uso de métodos de producción agroforestal para los textiles. Este tipo de abastecimiento respetuoso con la biodiversidad debe añadirse a la jerarquía tradicional de «reducir, reutilizar y reciclar» en las acciones de economía circular, asegura el informe de la AEMA.
Los responsables políticos, las empresas y los ciudadanos pueden contribuir a que las medidas de economía circular sean más beneficiosas para la naturaleza. Los primeros deben diseñar políticas que garanticen una fuerte integración entre las acciones de economía circular y los aspectos relacionados con la biodiversidad a lo largo de todo el ciclo de vida de los bienes y servicios. Las empresas deben desarrollar y ampliar las innovaciones, prestando atención a la vida útil de los productos, la contaminación y el origen de los materiales. Los consumidores pueden apoyar estas acciones reduciendo el consumo global y exigiendo opciones más respetuosas con la biodiversidad. Los cambios en la dieta por sí solos pueden ayudar a liberar tierras, reducir el uso del agua y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, señala el informe.
Fuente: Residuos Profesional
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