La «hoja de ruta» contra la contaminación plástica publicada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente aboga por fomentar la reutilización, impulsar el reciclaje y sustituir los productos plásticos por materiales alternativos.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha publicado este martes un informe que enumera una serie de prácticas y políticas concretas para combatir la contaminación por plásticos; esta “hoja de ruta” permitiría a los gobiernos y las empresas reducir este tipo de polución en un 80% de aquí a 2040.
Según el documento ‘Cerrando el grifo: cómo el mundo puede acabar con la contaminación por plásticos y crear una economía circular’, es posible lograr este objetivo si los países y las empresas aplican cambios profundos en sus planes de acción y en los mercados utilizando las tecnologías existentes.
«La forma en que producimos, utilizamos y eliminamos los plásticos está contaminando los ecosistemas, creando riesgos para la salud humana y desestabilizando el clima», afirma la directora ejecutiva de la agencia, Inger Andersen, que también recuerda que «la gente de las naciones y comunidades más pobres es la que más sufre, como ocurre en toda la triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. Este ‘material milagroso’ se ha convertido en un material desastroso, al menos en la forma en que lo utilizamos».
Hacia el mercado circular
Para reducir la contaminación por plásticos en un 80% en todo el mundo para 2040, el informe sugiere eliminar primero los plásticos innecesarios. Posteriormente, los autores abogan por tres cambios en el mercado:
- Reutilizar: El fomento de las opciones de reutilización, incluidas las botellas rellenables, los dispensadores a granel, los sistemas de depósito y devolución, los sistemas de recuperación de envases, etc., puede reducir el 30% de la polución. Para hacer realidad su potencial, los gobiernos deben ayudar a crear motivos comerciales más sólidos a favor de los reutilizables.
- Reciclar: el reciclaje debe convertirse en una actividad más estable y rentable. La eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles y mejorar los modelos de los productos plásticos aumentarían la proporción de artículos reciclables del 21% al 50%.
- Reorientar y diversificar: La sustitución de productos plásticos como envoltorios de plástico, bolsitas y artículos de comida para llevar por productos fabricados con materiales alternativos (como papel o materiales biodegradables) puede suponer una disminución adicional del 17% de la contaminación.
Incluso con las medidas anteriores, en 2040 todavía será necesario tratar de forma segura 100 millones de toneladas métricas de residuos plásticos procedentes de productos de un solo uso y de vida corta, además del importante legado existente. Esto puede abordarse aplicando normas determinadas para su eliminación segura y eficaz, responsabilizando a los fabricantes de los productos que desprenden microplásticos y prohibiendo la exportación de residuos plásticos.
Cifras económicas
En conjunto, el cambio a una economía circular supondría un ahorro de 1,27 billones de dólares, teniendo en cuenta los costes y los ingresos por reciclaje. Otros 3,25 billones de dólares se ahorrarían gracias a factores externos como la mejora de la salud y el clima, la disminución de la contaminación atmosférica y la degradación de los ecosistemas marinos y los costes relacionados con litigios.
Este cambio también podría dar lugar a un aumento neto de 700.000 puestos de trabajo, sobre todo en los países de renta baja, y mejoraría significativamente los medios de subsistencia de millones de trabajadores en entornos informales.
Los costes de inversión para el cambio sistémico recomendado son significativos, pero inferiores al gasto de no hacer nada nada: 65.000 millones de dólares al año frente a 113.000 millones.
Según el informe, gran parte de estos costos pueden obtenerse reubicando la financiación prevista para nuevas instalaciones de producción, que ya no serían necesarias gracias a la reducción de la fabricación de plástico, o aplicando mayores impuestos a la creación de nuevas cantidades de este material.
Los autores advierten, sin embargo, que un retraso de cinco años puede provocar un aumento de 80 millones de toneladas métricas de contaminación para 2040.
Coste operativo de la economía circular
Los costes más elevados tanto en una economía de usar y desechar como en una circular son los operativos. Con una normativa que garantice que los plásticos están diseñados para ser circulares, se puede exigir a los productores que financien la recogida, el reciclado y la eliminación responsable de los productos de plástico al final de su vida útil.
El informe recomienda que un marco fiscal global podría formar parte de las políticas internacionales para permitir que los materiales reciclados compitan en igualdad de condiciones con los materiales vírgenes, crear una economía de escala para las soluciones y establecer sistemas de seguimiento y mecanismos de financiación.
El documento también aborda otras políticas específicas, como normas de diseño, seguridad y plásticos biodegradables, objetivos de reciclado mínimo, impuestos, prohibiciones, estrategias de comunicación, contratación pública y etiquetado de productos.
Esta hoja de ruta ha sido publicada en vísperas de una segunda ronda de negociaciones sobre un acuerdo mundial para combatir la contaminación por plásticos, la cual tendrá lugar del 29 de mayo al 2 de junio en la sede de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura en París, Francia.
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