La celebración de la semana europea de la pobreza energética, conmemora la tercera (del 17 al 22 de febrero de 1956) y última de las extraordinarias oleadas de frío que recorrieron Europa en febrero de 1956. Durante ese mes, Europa soportó unas heladas excepcionales y un frío intenso durante casi un mes, completando el invierno más duro en Europa y España desde que existen registros.
Las olas de frío son episodios en los que la población más vulnerable, que generalmente habita en las viviendas con peores condiciones y con baja eficiencia energética, sufre sus peores consecuencias. Esta situación genera graves efectos en la salud de las personas, como el agravamiento de enfermedades cardiorrespiratorias y enfermedades crónicas, depresión, mayor prevalencia de gripes y resfriados e incluso la muerte prematura.
¿Cuáles son los objetivos de esta semana?
- Poner de relevancia la problemática
- Fomentar el debate
- Fomentar la colaboración y la creación de redes entre países, instituciones, agentes y organizaciones.