Puede que estos días tengas algo más de tiempo libre de lo previsto y no sabes en qué emplearlo. O no se te ocurre nada o, de repente, se te ocurren muchas cosas, pero no sabes por dónde empezar.
Si es así, te propongo algo para poder ayudarte a decidir y aprovechar tu tiempo: Tómate un momento de ese tiempo libre para pensar en tu profesión actual o en tu profesión soñada.
¿Ya has pensado tu profesión soñada? ¡Perfecto!
Para esta propuesta da lo mismo que sea la profesión actual o no. Vamos a continuar.
El siguiente paso es preparar algo para escribir y un papel no muy grande. Arriba de todo escribiremos la profesión y bajo la profesión vamos a comenzar a escribir nuestras ideas.
Comenzaremos escribiendo todas las aptitudes, actitudes y conocimientos que tenemos para ejercer de esa profesión. Dedícale tiempo a esta parte, con sinceridad.
¿Ya? Espero que al menos tengas tres. Si no, sigue pensando y olvidando esa típica vergüenza que nos da hablar bien de nosotros mismos.
Si ya tienes al menos 3, relee cada punto y justo después, piensa en algo en lo que quieras mejorar … apunta la primera que se te pase por la cabeza. Inmediatamente le damos vuelta a la hoja porque seguro que se te ocurre alguna más. Vamos a apuntar el resto de ideas de mejora como plan futuro, y una vez apuntadas nos olvidaremos de estas ideas de momento.
Volvemos a la cara principal y releemos nuestras conclusiones: Nuestros puntos fuertes y nuestro primer punto de mejora.
Dedicaremos nuestro tiempo a mejorar en ese aspecto. ¿Por dónde empezamos? Buscaremos posibles vías de mejora: Cursos, tutoriales, libros, grupos en redes sociales, perfiles interesantes, etc… Seguro que en esta búsqueda hay muchas tentaciones de cambiar de tema. ¡No sucumbas! Sigue con tu búsqueda. Cuando hayas hecho ese primer repaso elige: ¿Leerás un libro sobre el tema? ¿Verás un documental? ¿Existen cursos sobre ello?
Finamente te pondrás un horario ajustado a tus necesidades: ¿Puedes dedicarle una hora al día a mejorar en tu profesión o a avanzar hacia tu profesión soñada? ¿45 minutos? ¿De lunes a viernes? ¿Días alternos? ¡Tú decides!
Una vez decidido, lo anotas y, por último, pero no menos importante. Lo cumples. ¿Me lo prometes? Te garantizo que vas a sentir una inmensa satisfacción.
Pongamos un ejemplo:
¿Eres o quieres ser Guía de Naturaleza?
¿Tu sueño es acompañar a grupos a un entorno natural y descubrirles sus entresijos?, ¿quieres poner tu granito de arena a la conservación?.
Seguro que en tu lista de aptitudes, actitudes y conocimientos aparecen el entusiasmo que ya hemos nombrado en otro post, el conocimiento del entorno que quieres mostrar al público, el compromiso con la conservación, la paciencia, la capacidad organizativa y muchas cosas más.
Y junto a esta gran lista está nuestro primer gran objetivo. Los más habituales en los que solemos coincidir son:
– El bloque del recurso: Revisar mis apuntes de tal recurso o mejorar mis conocimientos de ese otro recurso.
– El bloque de los idiomas: Reforzando o comenzando con un idioma nuevo
– O puede que tengan más que ver con las técnicas: Diseñar rutas, conseguir captar la atención de los que te acompañan, preparar mejor lo que vas a contar en las rutas, etc.
En este último grupo de objetivos te podemos ayudar en el curso de Guía de Naturaleza: Diseño de Itinerarios Interpretativos. ¿Te apuntas? Nos vemos allí, porque, de momento #nosquedamosencasa.
Cinta Llano Álvarez es licenciada en Ciencias Ambientales y educadora ambiental. En la actualidad imparte el curso online de guía de naturaleza en el Instituto Superior del Medio Ambiente.
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