La contaminación, la alteración de ecosistemas, el cambio climático y la agricultura intensiva son las principales amenazas, según el informe de SEO/BirdLife.
El 25% de las especies de aves en España (90) que han sido evaluadas se encuentran amenazadas y están incluida en alguna de las categorías de riesgo de extinción (en peligro crítico, en peligro o vulnerable). Por su parte, el 56% de ella presenta algún tipo de problema de conservación.
Así lo indica la actualización del Libro Rojo de las Aves de España, una evaluación basada en los criterios científicos reconocidos a nivel internacional sobre el estado de conservación de estas aves (tanto si son reproductoras como sólo invernantes). El libro asigna una categoría a un total de 359 especies (el 57% de las 622 que integran la avifauna española) y señala cuáles son las principales amenazas que les afectan.
El documento concluye que no se ha dado una mejora en la situación general de las especies desde la anterior edición del Libro Rojo, hace 17 años. «El incremento de especies evaluadas ha confirmado un mayor número de especies que se aproximan a las categorías de amenaza”, apunta Nicolás López-Jiménez, responsable del Programa de Conservación de Especies de SEO/BirdLife.
“No obstante, también hay ejemplos que demuestran que cuando se ponen recursos y esfuerzos bien dirigidos se pueden conseguir buenos resultados, como es el caso de algunas grandes rapaces que han mejorado su estado de conservación”, añade López-Jiménez.
De las 359 especies de aves incluidas en la Lista Roja, un total de 90 (25,1%) están adscritas a algunas de las tres categorías de amenaza (peligro crítico, amenazada y vulnerable; 12 (3,3%) especies o poblaciones podrían incluirse en la categoría de extintas en estado salvaje; 51 (14,2%) están cerca de la situación de amenaza, 157 (43,7%) parecen estar fuera de peligro y constituyen una preocupación menor, y 49 (13,6%) especies cuentan con información deficiente y no se ha podido asignar una categoría concreta.
El informe alerta que las aves más amenazadas en España son las que habitan en ambientes agrarios o semiesteparios (vinculados a los barbechos y la agricultura poco intensiva) y en humedales, que constituyen los ecosistemas en peor estado.
Las aves en peligro habitan preferentemente los espacios agrícolas (34%), los humedales de agua dulce (24,7%) y las zonas marinas y costeras (18%). Están más fuera de peligrolas que habitan en las montañas (12%) y las de los ambientes forestales (10%).
Estadísticamente –y por categorías- las aves que sufren mayormente una situación de peligro crítico son las especie propias de humedales y las de ambientes marinos.
La contaminación, la amenaza más ubicua
En total, se consideran 12 grandes grupos de amenazas, que incluyen –por primera vez- al cambio climático en la lista.
En términos generales, la contaminación es la amenaza más ubicua (76,29%), seguida de la alteración de los ecosistemas, las prácticas agropecuarias intensivas y los impactos vinculados al cambio climático, entre otras.
“Esta nueva edición del Libro Rojo revela que las principales amenazas para las aves son los mismo retos a los que actualmente nos enfrentamos como sociedad. Nos encontramos en un momento clave», dice Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
«Compatibilizar la lucha contra el cambio climático con la conservación de la biodiversidad, conseguir sistemas agroalimentarios realmente sostenibles y restaurar hábitats para garantizar el buen funcionamiento de los ecosistemas son objetivos necesarios para mejorar el estado de conservación de las especies y para garantizar un futuro con calidad de vida para las personas”, añade Ruiz.
Cese de la explotación cinegética de especies en declive
Entre las medidas más vinculadas a la conservación directa de las especies (para reducir las amenazas), se proponen entre otras la implantación de medidas de control y gestión de especies exóticas invasoras; el cese de la explotación cinegética de especies en declive, y la prohibición de proyectos en el medio natural que afecten a las zonas de reproducción, alimentación o invernada de las aves amenazadas. También se propone la regulación estricta o prohibición del uso de determinados plaguicidas y fitosanitarios o su paulatina sustitución por sustancias menos nocivas, así como la prohibición del uso de munición de plomo en la caza.
Igualmente se reclaman modificaciones en el desarrollo e implantación de la Política Agrícola Común (PAC) en España, para que esta tenga más en cuenta la conservación de la biodiversidad y no contribuya a dañar los ecosistemas.
Fuente: La Vanguardia
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