La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado la primera norma mundial sobre turismo accesible, la “ISO 21902 Turismo y servicios relacionados”. Se trata de un estándar con las mejores prácticas para que todas las personas puedan disfrutar del turismo en igualdad de condiciones.
Garantiza el turismo accesible era una deuda pendiente. La Organización Mundial del Turismo (OMT), Fundación ONCE y la Asociación Española de Normalización, UNE, se han unido para la elaboración de la primera norma mundial sobre turismo accesible, la ISO 21902 Turismo y servicios relacionados – Turismo accesible para todos– Requisitos y recomendaciones. Este estándar transversal pionero a nivel internacional está enfocado al turismo accesible a lo largo de toda la cadena de valor de la industria turística.
Se trata de un estándar internacional con las mejores prácticas para que todas las personas puedan disfrutar del turismo en igualdad de condiciones. La norma está dirigida tanto a los proveedores de servicios y operadores turísticos, como a las administraciones públicas y destinos turísticos. Este estándar aspira a convertirse en una herramienta clave que haga realidad el derecho de todas las personas a gozar del turismo y del ocio. A pesar de los avances en las últimas décadas, en muchos países aún queda camino por recorrer para que el sector del turismo tenga en cuenta las necesidades de más de 1.000 millones de personas con discapacidad en todo el mundo.
Cabe destacar que este es un negocio que en la Unión Europea supone un mercado potencial de 80 millones de personas; cifra que se eleva a 130 millones si se tiene en cuenta a los acompañantes. Más aún, se trata de un mercado en crecimiento, dada la pirámide poblacional en muchos países de Europa, algo que también vale para otras regiones del mundo.
La UNE-ISO 21902 establece los requisitos y recomendaciones para un turismo accesible. Por ejemplo, para que una playa pueda ser considerada accesible debe contar con duchas, aseos y rutas que puedan ser usados por todas las personas. Por su parte, las rutas peatonales accesibles en el entorno natural deberían contar entre otros aspectos con un suelo estable continuo y sólido, disponer de señalización y proporcionar detalles sobre el itinerario antes del inicio de la ruta. Con carácter general en sus comunicaciones escritas, los establecimientos turísticos deberían usar un lenguaje sencillo y claro, siguiendo una secuencia lógica, con imágenes y símbolos gráficos cuando proceda, usando el contraste de colores y tipos de fuentes legibles.
Debido a cómo los entornos, las infraestructuras y un amplio rango de servicios turísticos han sido concebidos, con frecuencia los turistas con discapacidad se enfrentan a una serie de desafíos que pueden dificultar desde la planificación de su viaje hasta la experiencia en el destino. Esta norma pretende ser una palanca para promover dicho cambio.
El primer paso ya ha sido dado y supone un gran avance en materia de igualdad. Luego, a lo largo de lo que queda del 2021 y el 2022, la OMT, Fundación ONCE y UNE, junto con expertos, lanzarán una campaña de sensibilización dirigida a sus miembros y asociados, poniendo de relieve la armonización de la oferta turística accesible, a escala global, a través de los estándares.
Fuente: Diario Responsable
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