La Comisión Europea ha adoptado la Estrategia de Sostenibilidad de Sustancias Químicas de la UE, el primer paso hacia un medio ambiente libre de productos tóxicos que impedirá el uso de sustancias no sostenibles en juguetes, cosméticos, detergentes o ropa.
La Unión Europea quiere desterrar cualquier tipo de químico perjudicial para el medio ambiente y la salud. En 2018, Europa fue el segundo mayor vendedor de productos químicos a escala mundial y su fabricación supone la cuarta industria comunitaria más grande, que emplea directamente a aproximadamente 1,2 millones de personas. Sin embargo, y a pesar de que las normativas europeas han ayudado a reducir los riesgos para la salud y el planeta del empleo de productos químicos, aun hay muchos que se usan para fabricar productos como juguetes o cosméticos que suponen un peligro para el medio ambiente.
Con el objetivo de reducir a la mínima expresión el impacto ambiental de la industria química, la Comisión Europea ha adoptado esta semana la Estrategia de Sostenibilidad de Sustancias Químicas de la UE, que buscará impulsar la innovación en el sector al mismo tiempo que aumenta la protección de la salud humana y el medio ambiente frente a los productos químicos peligrosos. Esto incluirá prohibir el uso de sustancias químicas dañinas en productos de consumo como juguetes, artículos de puericultura, cosméticos, detergentes, materiales en contacto con alimentos y textiles, a menos que se demuestre que son esenciales para la sociedad.
“Los productos químicos son parte integral de nuestra vida diaria y nos permiten desarrollar soluciones innovadoras para ecologizar nuestra economía. Pero debemos asegurarnos de que los productos químicos se produzcan y utilicen de manera que no dañen la salud humana ni el medio ambiente“, ha explicado el vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans.
Entre las medidas concretas que propone la estrategia europea, está la de prohibir usar en cualquier tipo de producto sustancias químicas que sean disruptores endocrinos o afecten a los sistemas inmunológico y respiratorio, como el perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, que se han utilizado habitualmente en productos textiles o envases para alimentos. En cualquier caso, el objetivo es el de minimizar y sustituir en la medida de lo posible la presencia de sustancias preocupantes en todos los productos.
También se estudiará en profundidad el efecto combinado de los productos químicos, conocido como efecto cóctel, para poder tener en cuenta en las políticas públicas el riesgo que representa para la salud humana y el medio ambiente la exposición diaria a una amplia mezcla de productos químicos de diferentes fuentes y las posibles sinergias negativas existentes entre ellos. Además, la Comisión quiere asegurarse de que los productores y consumidores tengan acceso a la información sobre el contenido químico de lo que compran, mediante la introducción de requisitos de información en el contexto de la Iniciativa de Política de Productos Sostenibles.
Una oportunidad para la innovación
Hacer que los productos químicos sean más seguros y sostenibles no solo es una necesidad ambiental, sino que también puede suponer una gran oportunidad económica. De hecho, la estrategia tiene como objetivo aprovechar esta oportunidad y permitir la transición verde del sector químico y sus cadenas de valor, para permitir un crecimiento económico que ayude al mismo tiempo a evitar los efectos más dañinos de los productos químicos y garantizar el menor impacto posible en el clima, el uso de recursos, los ecosistemas y la biodiversidad.
Pero esta preocupación por el medio ambiente servirá también para que la industria de la UE sea un actor competitivo a nivel mundial en la producción y el uso de productos químicos seguros y sostenibles. Para lograrlo, las acciones anunciadas en la estrategia apoyarán la innovación industrial para que dichos productos químicos se conviertan en la norma en el mercado de la UE y en un punto de referencia a nivel mundial. Entre otras medidas, se espera desarrollar criterios seguros y sostenibles por diseño, además de garantizar el desarrollo de productos seguros y sostenibles a través de instrumentos de financiación e inversión de la UE y asociaciones público-privadas.
Además, la Comisión también promoverá las normas de seguridad y sostenibilidad a nivel mundial, y lo hará predicando con el ejemplo y promoviendo un enfoque coherente con el objetivo de que las sustancias peligrosas prohibidas en la UE no se produzcan para la exportación. Es decir, no cometer el mismo error en el sector químico que en el de la energía, donde la externalización de emisiones se ha convertido en norma.
“Hemos recorrido un largo camino regulando los productos químicos en la UE, pero aún queda trabajo por hacer y con esta Estrategia queremos aprovechar nuestros logros e ir más allá para evitar que los productos químicos más peligrosos entren en el medio ambiente y en nuestros cuerpos, y que afecten especialmente a los más frágiles y vulnerables”, ha resumido el comisario de Medio Ambiente Virginijus Sinkevicius.
Fuente: El Ágora Diario
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